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En las marquesinas de Salamanca es toda una incógnita el autobús que parará, «¿el que venga será de los nuevos?», se preguntan los usuarios de las líneas 2, 4 y 9 que son, por el momento, las únicas que han estrenado los buses eléctricos. En estas líneas conviven los autobuses de motor y los nuevos autobuses eléctricos aunque la mayoría de los salmantinos están deseando que les toquen los nuevos para ver como son. «Yo aún no me he montado, les he visto pasar y tengo ganas pero aún no me he subido», comenta una de las usuarias que espera la llegada.
Y es que después de 72 horas en circulación, pocos son los salmantinos que no han visto ya a alguno de ellos recorriendo las calles de Salamanca. Una iniciativa que ha causado cierto revuelo e interés entre aquellos que utilizan de manera cotidiana este transporte pero que, en general, parece haber tenido una aceptación positiva. «A mí me parece bien si además de ser más silenciosos contaminan menos, ahora a ver si ponen todos eléctricos», comentaba un hombre que acababa de bajar de la línea 4 en la plaza del empresario.
La incorporación será progresiva hasta completar los 25 vehículos eléctricos previstos. Una noticia que parece alegrar a los salmantinos que, en general, no ven ningún tipo de problema a ser tan silenciosos. «Avisan cuando van a llegar a la parada así que aunque no suene el motor sabes que viene», comenta una mujer con problemas de visión que podría enfrentarse con mayor dificultad a este tipo de sistema por la ausencia de ruido. Sin embargo, el aviso que lanza cuando va a estacionar le da esa seguridad aún con la ausencia del zumbido propio.
La autonomía es otro de los matices que podía preocupar a los usuarios aunque, de manera generalizada, no creen que pueda suponer un problema. «He leído que tienen una autonomía de 400 kilómetros, así que no creo que eso sea un problema», comenta una mujer sobre la necesidad de recarga de los buses eléctricos. Y, ahí quien, independientemente del tipo de vehículo que circule, lo que le interesa es cómo repercute al bolsillo del usuario: «¿El billete va a bajar de precio? Pues entonces me da igual lo que pongan», espeta uno de ellos.
Los salmantinos reflejan así un balance positivo a esta incorporación por parte del Ayuntamiento de Salamanca que, además de en la calle, también se ha subrayado en las encuestas que Salamancahoy ha realizado en sus redes sociales. A través del perfil de instagram, un 69% de los seguidores consideró que era un avance mientras que el 31% votó que no era necesario. En el canal de Whatsapp del periódico, también se lanzó una pregunta similar: ¿Considera positiva la llegada de los nuevos buses eléctricos? En esta ocasión, un 92% votó que sí frente a un 8% que lo estima poco útil.
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