Un nuevo carril bici y bus desde La Alamedilla acabará con un peligroso cruce ciclista

Ambos proyectos se tratarán en la comisión informativa de Fomento este próximo martes. El primero y más cuantioso será el nuevo tramo de carril bici por el paseo de San Vicente y paseo del Desengaño que está presupuestado en casi 1,2 millones de euros, con un plazo de ejecución de ocho meses. Se trata de uno de los tramos de mayor inversión para ampliar la red ciclista de la ciudad.

El proyecto consiste en la construcción de un carril bici en el paseo de San Vicente, Desengaño y San Gregorio que tendrá la función de conectar con otros ramales de la red ciclista y conectar entre sí primera y segunda vía de ronda de la ciudad. Este proyecto data de 2020, pero se ha modificado para llevar el trazado al nuevo Hospital, llevándolo por el paseo de la Transición.

De esta forma, el nuevo trazado permitirá conectar otros tramos como el que lleva al campus Miguel de Unamuno por el portillo de San Vicente, el que va a Salas Bajas, el del Puente Romano y la parte ya trazada sobre el vial del nuevo Hospital. De paso, se quiere conectar primera y segunda vía de ronda y contribuir a que se pueda llegar en bicicleta a la futura Zona de Bajas Emisiones (ZBE) del centro de la ciudad.

El segundo proyecto es un nuevo tramo que discurrirá por el primer tramo del paseo de Comuneros y que llegará hasta La Alamedilla. Se configurará como carril reservado para transporte público y bicicletas hasta su llegada a la glorieta. En su diseño se incluye eliminar los aparcamientos en batería y ajardinar un cebreado existente pasado el viaducto del tren, que se usa habitualmente para aparcar irregularmente.

Su objetivo es unir la red ciclista con este punto de la ciudad (en concreto, con una aparcabicis) y que sirva de llegada a la ZBE, pero también va a servir para actualizar uno de los tramos más antiguos.

Se trata del que llega a la glorieta Antonio Machado y baja por el túnel de la televisión y que incluye uno de los cruces ciclistas más peligrosos de la ciudad. Se trata del cebreado marcado y señalizado exclusivamente para bicicletas y que permite pasar de un lado a otro de la calle el trazado ciclista. El problema es que no tiene semáforo y se han producido varios atropellos a ciclistas. Para evitarlo, se modificará su trazado y, de paso, se ampliará su anchura en la parte superior, junto a la glorieta, ya que es muy estrecho.