La librería de 1890 en Salamanca especializada en libros «antiguos, descatalogados y raros»

Finales del siglo XIX. Una nueva librería se inauguraba en Salamanca dedicado al libro antiguo. Principios de 2025. Una cuarta generación continúa el legado que en su momento dejó su bisabuelo con la librería más antigua de Salamanca en la Cuesta del Carmen. Sigue especializada en el libro antiguo. Podría ser un simple resumen de la historia de la Librería Rivas, la decana de la capital, pero condensar 135 años de vida en un sólo párrafo resulta complicado. No hay sinopsis que pueda hacerle justicia a este negocio, ahora, capitaneado por Antonio.

«Es un negocio generacional, ha pasado de padres a hijos», explica. Fue su bisabuelo quien inauguró la librería Rivas en 1890 y, tras pasar por varias localizaciones, asentaron en los últimos años un espacio en la Cuesta del Carmen. No sólo ha cambiado la ubicación, sino que se han visto obligados a adaptarse. «En la época de mi bisabuelo o mi abuelo, prácticamente era el único sistema para poder recibir información», explica. Esa realidad dista mucho de las posibilidades informativas actuales. «Ahora con las redes sociales e internet es todo distinto», añade.

Cuando Antonio tomó el relevo de esta librería, ya el panorama era distinto. Sin embargo, aún no habían irrumpido las nuevas narrativas. «Yo lo cogí hace unos cuarenta años, desde niño he estado entre libros», explica. No titubea al declararse «un librero vocacional» y como si se llevase en los genes, siempre ha apostado por la literatura antigua -los orígenes de la Librería Rivas-, a pesar de someterse a otros conceptos. «El público que seguía los libros antiguos, desafortunadamente, ya no está con nosotros y hemos tenido que ir renovando en función de las nuevas generaciones», asegura.

A pesar de esa ampliación en su inventario, sigue con orgullo presidiendo un enorme panel tras el mostrador. «Especialistas en búsquedas de libros antiguos, agotados, raros y curiosos», se puede leer. Y no sólo los libros denotan ese estilo ahora llamado 'vintage' sino también los discos de vinilo, postales, billetes antiguos o las plumas para escribir son un ejemplo de lo que fue y quiere seguir siendo la Librería Rivas.

La descripción que va seguida del nombre de la librería es lo que les define. No quedan muchos espacios donde se puede localizar libros que están incluso descatalogados. «Cada vez hay menos público que demanda esto pero todavía viene gente preguntando», explica. Y esos momentos donde además de la literatura actual, los cuentos infantiles y los 'best seller' alguien pregunta por los clásicos, la Librería Rivas se rejuvenece.

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