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Imagen de archivo de la fachada de la Facultad de Geografía e Historia de la USAL. SALAMANCAHOY
Estudiantes denuncian «la inacción» de la USAL frente a «la mala praxis» de una profesora

Estudiantes denuncian «la inacción» de la USAL frente a «la mala praxis» de una profesora

La Universidad asegura que protegen «a alumnos y profesores por igual»

Domingo, 5 de marzo 2023, 11:21

Alumnos de la Universidad de Salamanca, dentro de la titulación de Historia del Arte y del Máster de Educación, han querido hacer público su malestar con una de sus profesoras, M.R.Y.P.M., motivados por, en sus propias palabras, «la inacción» de la institución académica.

Tanto el sindicato Frente de Estudiantes, como los universitarios con los que ha contactado este medio, aseguran que esta docente habría recibido quejas «durante años», teniendo ya «mala fama» en los pasillos, pero sitúan la gota que colmó el vaso en el curso pasado.

La revisión fuera de plazo

La estudiante de Historia del Arte A.Q., ahora en cuarto de carrera, define el episodio como «una vergüenza». «Suspendí su asignatura de primero y decidí volver a matricularme en tercero. Salí muy contenta con el examen, pero cuando se publicaron las notas, había suspendido con una nota muy baja, un uno con algo», cuenta.

A.Q. pidió cita para la revisión online de la prueba, para «ver qué había pasado», y, alentada por «los rumores sobre M.R.Y.P.M.», confiesa que decidió grabar con su teléfono móvil la conversación. «Lo tengo grabado, me confesó que no se había leído mi examen. Y que iba a aprobarme», dice la estudiante antes de agregar que «días más tarde, me escribe para tener otra videollamada y decirme que ya se habían cerrado las actas y no podía cambiar mi nota». Asimismo, A.Q. defiende que en dicha conversación (que también grabó) a la profesora «se la veía completamente desquiciada». «Criticó a otros profesores, a otros alumnos y me amenazó con siguientes convocatorias si me quejaba o se lo contaba a alguien», dice.

«Lo tengo todo grabado, me confesó que no se había leído mi examen»

A.Q., estudiante de historia del arte

«En ese momento me quedé en shock, pero al día siguiente empecé a moverme enviando correos a todo el mundo», relata la estudiante que, asegura, «he hecho todo lo que había que hacer» en cuanto a papeleo se refiere. «Ya me conocen en el rectorado», bromea.

En dicho proceso, la han acompañado el Frente de Estudiantes y el Defensor del Estudiante, mecanismo propio de la Universidad y al que dice que «me costó acceder». Y reconoce que le extrañó que, desde ahí, le dijeran que no había quejas previas hacia M.R.Y.P.M. Eso fue lo que hizo saltar las alarmas del sindicato, desde donde empezaron a pensar que la Universidad «protege a la profesora».

La versión de la USAL es muy distinta. Si bien también ven en el caso de A.Q. y su examen un problema con los tiempos, su enfoque es distinto en cuanto a quién no cumplió con ellos.

«Fuera de plazo, fue a ver a la vicerrectora, le dijo que la profesora había dicho que la iba a aprobar pero la había suspendido y que, entonces, quería que se revisara», cuenta José Luis de las Heras, decano de la facultad de Geografía e Historia, donde se imparte el grado en Historia del Arte. «La vicerrectora mandó la queja a la Comisión de Docencia de la facultad y la Comisión de Docencia dijo que hay un plazo para presentar las reclamaciones y que esa reclamación se había presentado fuera de plazo. Y que no había ninguna razón para no haberla presentado en tiempo y forma como establece el Reglamento», concluye su versión.

Además, de las Heras explica que «no está en manos de la Comisión atender reclamaciones que están fuera de plazo, porque para eso hay un sistema de garantías». «Vivimos en un estado de derecho y las garantías establecen plazos y procedimientos. No vale con luego ir al rector y que este lo eche para atrás. No, es que no se puede, es la normativa de la Universidad», asegura.

Los alumnos aseguran tener pruebas, como las grabaciones de A.Q. o diferentes correos electrónicos, sobre las que el decano dice que «si estas se han obtenido por procedimientos ilegales o atentan contra su honor o su intimidad, en caso de pedir responsabilidades, se las pedirá la profesora, pero no la Universidad». Por eso les anima a «que vayan al Juzgado y las presenten», a la vez que defiende que él no ha escuchado las grabaciones, porque «yo no tengo por qué, ni puedo darla por buena, ni entiendo que sea materia a tener en cuenta en una Comisión de Docencia, en el supuesto de que la hubiera presentado en plazo. En una queja como la suya habría que evaluar los criterios del examen y su examen, pero no la conversación privada que pudieran tener ellas».

«Aquí protegemos los derechos de todo el mundo, alumnos y profesores por igual»

josé luis de las heras, decano de la facultad de geografía e historia

José Luis de las Heras recuerda que «yo no soy juez, soy el decano, el encargado de organizar la docencia, pero no tengo la potestad de juzgar a alumnos y profesores» y defiende a la institución académica frente a las críticas: «Aquí protegemos los derechos de todo el mundo, alumnos y profesores por igual».

«Ni el rectorado ni el decanato han protegido a ningún profesor cuando no tiene razón. Cuando se han presentado reclamaciones, la Comisión de Docencia se ha reunido y lo ha considerado. Y eso no siempre ha sido quitarle la razón a los estudiantes, cuando la han tenido se la han dado. «Cuando ha habido quejas de los estudiantes y se han presentado en tiempo y forma, se ha estudiado el caso», asegura.

El decano confirma que sí que le constan quejas previas hacia M.R.Y.P.M., pero siempre en casos de «un alumno que ha suspendido y se han estudiado de manera individual». «¿Puede que esta profesora tenga más quejas que otros profesores? Quizás, puede ser», dice, aunque asegura que ninguna «fuera de las quejas normales que se dan tras las evaluaciones».

La encuesta anónima

Desde el sindicato Frente de Estudiantes no lo creen así, por lo que el curso pasado promovieron una encuesta anónima, en la que pretendían recoger las opiniones y experiencias del alumnado con respecto a la docente. Aseguran a este medio que la Universidad les «amenazó» por tal iniciativa con acciones legales; la Universidad considera que los «avisó».

«Solo se les avisó de que hay una ley de protección al honor. Yo puedo hacer una encuesta sobre un personaje público, pero no sobre el ejercicio profesional de un profesor. La Universidad ya tiene un sistema de encuestas para evaluarnos a los docentes», explica de las Heras, que, además, se plantea «¿quién garantiza los datos de esa encuesta?».

El decano de Geografía e Historia aprovecha para explicar a este medio que «la libertad de cátedra no es una patente de corso con la que hacer de mi capa un sayo». «Yo también estoy sometido a reglas. Las asignaturas están sometidas a un plan de estudios, cada materia tiene unas competencias… no podría hablar en clase de cosas que nadie tienen que ver con la materia y darles a mis alumnos la obligación de escucharme. No tengo esa licencia», explica.

Los criterios de evaluación

Y a esto en concreto hacen mención I.I., quien se cruzó con M.R.Y.P.M. en el Máster de Educación en el curso 2019/2020, e I.B., graduada de Historia del Arte por la USAL. I.I. asistió a las clases de esta docente de Didáctica de Historia del Arte, pero asegura que «no estaban bien impartidas». «El objetivo de la asignatura era la enseñanza, pero ella no nos daba herramientas para enseñar, ni cómo aplicarlo a las clases, metodologías… solo apuntes sobre Historia del Arte», cuenta, justo antes de añadir que tampoco compartía con ellos los criterios que seguía para evaluar sus trabajos.

A esa falta de criterios también apela I.B., quien asegura que a menudo las revisiones de exámenes de M.R.Y.P.M. eran colectivas. «Había tantos suspensos que proyectaba el examen en un aula y lo corregía, pero de forma general, tú no veías tu examen».

Según I.B., cuando ella entró en la Universidad en 2014, «los veteranos ya recogían firmas no vinculantes sobre ella». «Esto no ha empezado ayer. Estaba cuando llegué y, por lo visto, sigue ahora que ya no estoy», dice. Aunque para ella «el problema lo tiene la USAL».

«No la han cuidado como trabajadora»

i.b, graduada en historia del arte por la usal

«Ella misma hablaba en clase de sus problemas de salud y personales», confiesa I.B., antes de opinar que desde la Universidad «no la han cuidado como trabajadora. Si ves que tantos alumnos están yendo contra ella, haz algo para apaciguarlos. No dejes que vaya a peor o también será para ella».

Aunque lo cierto es que M.R.Y.P.M. ya no es profesora de la USAL. Según informa de las Heras a este medio, «no ha impartido ni una sola clase este curso», primero por una baja y, después por solicitar ella misma la jubilación. Por ese motivo, el decano asegura no entender que los alumnos continúen con sus quejas: «Si creían que era mala profesora y se ha jubilado, ¿en qué les perjudica eso? Querían que no les diera clase y ya no las da.»

Según el Frente de Estudiantes, su objetivo es «que esto no vuelva a ocurrir».

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