El castillo en Salamanca con 900 años de historia que se desmorona sin remisión

La Junta de Castilla y León no tiene previsto intervenir en el castillo de Buenamadre, ni para acometer una excavación arqueológica en el perímetro que ocupaba ni para restaurar los restos visibles y ponerlos en valor. El castillo, de origen medieval, está protegido como BIC desde el año 1949, es de los más antiguos con declaración legal de monumento, pero no le ha ayudado mucho: se encuentra en la lista roja de Hispania Nostra como patrimonio en riesgo de desaparición.

Así se lo ha señalado el gobierno autonómico a Unión del Pueblo Leonés (UPL) en las Cortes, donde los leonesistas habían registrado una pregunta instando a la Junta a excavar, restaurar y poner en valor este monumento.

El castillo se encuentra en esta pequeña localidad del campo charro, de poco más de 100 habitantes según el último censo del INE. De propiedad privada, su historia está bastante documentada. Está en la lista roja desde 2021 y, según su ficha, se encuentra en estado de abandono y ruina progresiva, habiendo sufrido derrumbes y desaparición de la mayor parte de la edificación, estando actualmente en riesgo de ruina total el monumento. El castillo está protegido bajo una declaración conjunta del año 1949 que protegió todos los castillos de España.

La Junta ha basado su rechazo a la petición de los regionalistas leoneses alegando que no es la propietaria del bien, señalando que son «los propietarios y demás titulares de derechos sobre los bienes integrantes del patrimonio cultural» quienes estarían «obligados a conservarlos, custodiarlos y protegerlos debidamente para asegurar su integridad y evitar su pérdida, destrucción o deterioro». Sin embargo, al ser BIC sí debería preocuparse como administración.

Además, la Junta de Castilla y León ha eludido en su respuesta actuar sobre este monumento apuntando directamente al Ayuntamiento de Buenamadre, al señalar que «las entidades locales son también responsables de proteger y promover la conservación y el conocimiento de los bienes integrantes del patrimonio cultural que se ubiquen en su ámbito territorial», denunciando la Junta en dicha comunicación oficial que «no consta ninguna solicitud» del consistorio de Buenamadre relativa al castillo en convocatorias de subvenciones autonómicas.

Por su parte, desde Unión del Pueblo Leonés consideran «lamentable» la respuesta dada por la Junta, y señalan que «no pueden pretender que un ayuntamiento de poco más de 100 habitantes asuma los costes relativos a una excavación arqueológica como la que habría que acometer en el castillo de Buenamadre, o su restauración y puesta en valor».

En este aspecto, los leonesistas señalan que «la Junta está haciendo dejación de funciones», y apuntan que la legislación permite al gobierno autonómico actuar sobre un monumento Bien de Interés Cultural como el castillo de Buenamadre «ya sea mediante un acuerdo con los propietarios o de forma subsidiaria, tanto para acometer una excavación que permita obtener un mayor conocimiento del bien y sus estructuras, como de cara a asegurar su integridad y evitar su destrucción o deterioro».

En cuanto al monumento en sí, el castillo de Buenamadre se sitúa en la parte más alta de este pueblo del Campo Charro, en un promontorio que se eleva sobre el cauce del río Tumbafrailes, permaneciendo en pie y visible una parte de la torre del castillo y restos de los muros del recinto fortificado, que marcan el perímetro de la extensión que tuvo el castillo, permaneciendo desconocida su estructura interior al no haberse acometido excavaciones arqueológicas que las saquen a la luz.

Respecto a sus orígenes, el castillo de Buenamadre fue construido en el siglo XII tras la creación del Señorío de Buenamadre por parte del rey Fernando II de León, que hizo Señor de esta localidad al alcaide de Salamanca, Miguel Sexmiro, en el año 1167. De este modo, se erigió un castillo que servía de residencia al Señor de Buenamadre y a su vez se integraba en el entramado defensivo configurado por los monarcas del Reino de León para la defensa del Campo Charro ante posibles ataques de Portugal por el oeste o musulmanes desde el sur, junto a otras plazas leonesas fortificadas como El Cubo de Don Sancho, Tamames o Villares de Yeltes, ubicados en la retaguardia de la gran plaza fuerte de Ciudad Rodrigo.

No obstante, al acusar un cada vez mayor deterioro por el paso del tiempo, el castillo de Buenamadre fue reformado en el siglo XVI por el Cabildo de la Catedral de Salamanca, que había pasado a ser propietario de la fortaleza a finales del siglo XIV por cesión del entonces Señor de la localidad, Arias Díez Maldonado, si bien con la desaparición de los señoríos en el siglo XIX y las desamortizaciones el castillo de Buenamadre fue abandonado.

Actualmente, y pese a estar reconocido como Bien de Interés Cultural, esta fortaleza se encuentra en estado de abandono y pérdida progresiva de elementos, reclamando en las Cortes autonómicas la Unión del Pueblo Leonés (UPL) la excavación del perímetro interior de la fortaleza, la restauración de los restos conservados y su puesta en valor, petición que ha sido rechazada por la Junta de Castilla y León.

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