La estación de esquí en Salamanca que se agarra a los cafés ante la escasez de nieve

Félix Oliva

Salamanca

Jueves, 20 de febrero 2025, 19:34

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A la espera de las nieve y el arreglo de un telesilla averiado para poder abrir más pistas, la estación de esquí de Béjar ha encontrado en su cafetería una tabla de salvación para un inicio de temporada esperanzador. Eso y la atracción de la montaña, que ha llevado a miles de personas 'de turismo' hasta La Covatilla incluso cuando estaba cerrada y sin que se pueda esquiar 'en serio'.

Así lo desvelan las cuentas, con más ingresos por cafetería y tienda que por las actividades directamente relacionadas con el esquí como el alquiler de material y los forfait para entrar en pista. Un maná necesario para una estación que vive en el ojo del huracán por la evidencia de que cada vez hay menos nieve y el ruido político en el ayuntamiento, donde gobierno y oposición están enfrentados por su gestión, municipal.

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El Ayuntamiento de Béjar, en un ejercicio de transparencia, ha dado a conocer las cifras de explotación de los primeros fines de semana en la estación de esquí. Este primer y corto balance correspone con los pocos días que ha abierto La Covatilla una vez ha nevado y se recuperó la capa blanca tras haber perdido 10.000 euros en la fabricación de nieve artificial. La estación ha ingresado 112.744 euros en los nueve primeros días de apertura esta temporada.

La cifra es interesante porque le cuadrarían las cuentas. Según datos de los últimos años, los gastos de personal en temporada rondan los 90.000 euros al mes, así que los números 'en positivo' son una buena noticia para la instalación, cada vez más acostumbrada a las adversidades.

Más en detalle, la explotación sale adelante gracias a la apertura turística. Ante la falta de nieve, es costumbre que La Covatilla abra antes su cafetería que las pistas y así volvió a pasar este año. El día del estreno de la temporada, este mes de febrero, no se pudo abrir ninguno de los espacios de nieve, pero se registró una afluencia de 1.500 personas por día y hasta un accidente y rescate de un esquiador. Y así ha seguido siendo en los días sucesivos y el pasado fin de semana, el segundo de apertura.

Sin embargo, y dado que el espacio para esquiar se ha limitado al parque de nieve y al final de la pista de debutantes, la actividad que más ha funcionado ha sido la cafetería, que ha ingresado casi 34.000 euros y es la parte del negocio que más ingresa; si se le suma la tienda, ronda el 50% de los ingresos, muy por delante de las actividades propiamente de nieve como el parque, la escuela y el alquiler de material.

El caso es que se puede iniciar en el esquí a los niños a partir de 1 euro en clases de dos horas para los menores de 4 años y 4 euros para los mayores de esa edad. Eso y la perspectiva de tomar un café y disfrutar de la nieve ha llenado la estación en las últimas semanas.

La estación se va a defender por ahora con estas armas a la espera de más nieve y de poder abrir remontes y telesillas. A pesar de la costosa inversión en su revisión obligatoria, todavía no hay visto bueno de la Junta para utilizarlos y permitir a los esquiadores acceder a la zona superior, donde están las pistas para el esquí de más nivel.

Con respecto a este fin de semana, el equipo de Gobierno tiene previsto abrir de nuevo las pistas en la zona de Debutantes mientras espera el visto bueno de la Junta para la reapertura del telesilla. La falta de espesores preocupa al personal de la estación de esquí mientras mantienen la nieve para los escolares de los Bautismos Blancos que han empezado y por los que desfilarán miles de alumnos de colegios de la capital y provincia.

Lo que si espera la responsable de la estación de esquí de Sierra de Béjar-La Covatilla, Purificación Pozo, es poder poner en marcha la cinta de debutantes para activar ese remonte e incrementar el número de esquiadores en iniciación.

Las perspectivas de futuro no son tan buenas. La subida de temperaturas en los últimos días (sólo un día ha hecho bajo cero en la última semana) ha empezado a deteriorar la nieve y las esperadas bajas temperaturas servirán para poner en marcha los cañones, que necesitan agua que también escasea en la estación. Si la meteorología acompaña, se podrá estirar la temporada hasta marzo y salvar los bautismos blancos. Y si no se puede esquiar, tomarse un café seguirá siendo un buen gesto para ayudar a la única estación de esquí de Salamanca.