Este 14 de febrero ningún salmantino puede quedarse sin celebrar el día más romántico del año. Además, Salamanca esconde historias de amor en cada uno de sus rincones. Su arquitectura monumental, con sus palacios, iglesias y edificios; sus calles llenas de restaurantes, cafeterías y comercios; su ambiente y en general, la vida que transmite, hace de ella el lugar idóneo para pasar un buen día en compañía de tu pareja, amigos o familiares.
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Comienza San Valentín y todos aquellos que celebren este día deben de llenarse de energía desde primera hora de la mañana. Por eso, un buen desayuno en cualquiera de las casi 200 cafeterías que tiene la ciudad es una buena opción. Además, Salamanca tiene una gastronomía excelente y cualquiera de sus productos típicos fascinan hasta al peor comedor. Dulces como las rosquillas de Ledesma, el bollo Maimón o las Perrunillas son una buena opción para endulzar la mañana.
Una gran ventaja de este 14 de febrero en Salamanca es que se celebra el martes. Esto significa que desde las 10:00 a las 12:00 horas las entradas a algunos monumentos son gratuitas. Es el caso de las Torres de la Clerecía y la Catedral. La primera opción, supone una experiencia única donde se puede ver una panorámica increíble de la ciudad y sentir que estás un poco más cerca del cielo. También, la Catedral abre sus puertas para recibir a todo aquel que esté interesado en visitarla y disfrutar tanto por dentro como por fuera y de arriba a abajo de su espectacular arquitectura. Ambos son dos lugares que no dejan indiferente a nadie.
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Para finalizar la mañana, una parada en la plaza más bonita de España es la mejor opción. En ella se pueden encontrar bares y restaurantes donde beber y saborear tapas con alimentos típicos de la zona. Además, Salamanca cuenta con infinidad de restaurantes donde la calidad-precio varia según la zona donde te encuentres. Salamanca es tierra de carnes y embutidos, por lo que la mejor opción es probar alguno de los siguientes platos: el hornazo, la chanfaina o el farinato.
Después de comer y continuando la ruta por el casco histórico, una parada en alguna tienda de suvenires siempre es la mejor opción. Además, el botón charro es el símbolo más característico de la ciudad y dentro de él se esconde una historia romántica. Puede ser el mejor detalle para regalar en estas fechas.
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El botón charro se considera un símbolo de protección. En el centro, la bola grande simboliza Salamanca, y alrededor 8 más pequeñas, que simbolizan las comarcas que la protegen. Pero, antiguamente el anillo con el botón charro era el anillo de pedida.
Las bolitas se sustituían por piedras pequeñas y la prometida debía llevarlo puesto todo el día hasta que se le cayeran todas. Cuando se quedaba sin ninguna piedrecita, era el momento de casarse. Hasta entonces, la pareja se dedicaba a ahorrar y preparar la ceremonia.
No cabe duda de que Salamanca es una ciudad romántica y detrás de cada rincón hay una historia de amor, en concreto, hay tres historias que merece la pena conocer.
En primer lugar, el famoso huerto de Calixto y Melibea recoge la historia de 'La Celestina'. Esta trágica comedia escrita por Fernando de Rojas sitúa la relación romántica de sus protagonistas en este jardín. Actualmente, las parejas acuden allí con un candado y lo colocan en el arco del pozo en señal de amor eterno. Es un lugar tan transitado que, para no sobrecargar la estructura, se colocan también en la valla de la muralla. En este huerto, cientos de parejas deciden consolidar su amor a vistas de la catedral más bonita de España y además, es el lugar idóneo para disfrutar de los atardeceres más bonitos de la ciudad.
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También, la leyenda más popular de la Casa de las Conchas es de los más romántica. Rodrigo Arias, quien empezó a construir la fachada, colocó cientos de conchas como muestra de amor a su esposa Pimental. Ya que el escudo de su familia estaba formado por barras y conchas.
Por último, varias son las leyendas que recubren la fachada de la Universidad de Salamanca. La más conocida asegura que el estudiante que ve la rana aprueba sus estudios e incluso se casa. Si quien la ve ya está casado, éste puede pedir un deseo.
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Pasar la noche en Salamanca es de las experiencias más mágicas que existen. Toda la ciudad se ilumina y cada monumento, cada calle y cada historia se vuelve aún más bonita. Además, Salamanca es una de las ciudades con los alojamientos más baratos de España.
Por lo tanto, no hay excusas, disfrutar del día de San Valentín en la capital charra es el mejor plan para un día donde el amor y los sentimientos son los protagonistas.
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