Nuevos semáforos blindan dos de los últimos pasos de peatones sin regulación de la ciudad

El Ayuntamiento de Salamanca ha decidido reforzar la seguridad en dos de los últimos pasos de peatones sin control semafórico de dos grandes avenidas del interior de la ciudad y que, pese a la rebaja de velocidad a 30 y la presencia de un radar y señalización luminosa, siguen registrando excesos de velocidad y situaciones de riesgo.

En los últimos días, operarios de la empresa concesionaria de señalización han instalado los mástiles donde irán los nuevos semáforos en avenida de Comuneros, uno en cada sentido de circulación. En concreto, el par que se va a instalar está en la intersección de la avenida con la calle Guadalajara. Comparte ubicación con la última caja de radar que se puso en febrero de 2022. El segundo par está en el cruce de la venida de Villamayor con la calle Nieto Bonal.

Según explica el ayuntamiento, el objetivo es semaforizar los dos pasos de peatones situados en esos puntos, en consonancia con el resto de pasos de la zona. Ambas actuaciones están contempladas en el plan de seguridad vial y se trata de semáforos con pulsador a demanda.

En ambos casos, los nuevos semáforos se instalan en puntos de mucho tráfico y en los que ya se habían tomado medidas previas. En el caso de Comuneros, tiene un radar señalizado y el tramo está limitado a 30, pero la velocidad de circulación sigue siendo superior al límite. Los dos semáforos vienen a reforzar la seguridad de este punto de cruce, que era el único de todo el tramo superior que no tenía semáforo. En su primer tramo sobreviven otros dos: uno frente al centro de Salud y otro metros más adelante en un cruce de peatones y carril bici.

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En el caso de avenida Villamayor, el paso de peatones en el que se va a actuar cuenta con señalización luminosa para hacer más visible el lugar. Era también el último de toda la avenida que no tenía regulación semafórica. Su instalación tiene que ver con el desarrollo de los planes de seguridad vial en la ciudad.

En los últimos meses está aumentando la preocupación por los atropellos en Salamanca. La ciudad llegó el año pasado a sus cifras más bajas, la mitad que tres años atrás. El esfuerzo para reducir la siniestralidad ha dado sus frutos gracias a medidas como la mejora de pasos de peatones, el aumento de los radares y la más incisiva, la reducción de los límites de velocidad. En 2021, el número de atropellos fue de 36 en un año, su cifra más baja, y no hubo muertos.

Sin embargo, se está produciendo en repunte de este tipo de siniestros y se ha producido la primera víctima mortal desde que la ciudad está limitada a 30 y 20. Según los últimos datos facilitados en la comisión informativa de Policía este verano, durante el mes de julio se han producido cinco y durante el mes de agosto fueron cuatro, para un total de 43 atropellos en el acumulado anual. De enero a agosto de 2019 se produjeron 74 atropellos, que bajaron a 42 en 2020 y fueron 36 durante 2021. Así que la cifra provisional de este año es un poco más alta.