La 'nueva' calle San Pablo de Salamanca vuelve al empedrado y estrena jardines

Félix Oliva

Salamanca

Jueves, 2 de noviembre 2023, 19:20

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La calle San Pablo, la tradicional ruta de salida desde el centro de Salamanca, ha culminado su particular regreso al pasado recuperando los adoquines que tuvo durante décadas y con una novedad, la llegada de sus primeros jardines. Lo hace como parte del proyecto LIFE Vía de la Plata y completa un completo recorrido sobre empedrado que soportará menos tráfico y peso del que había sido habitual por la retirada del paso del bus urbano.

Hace más de una década que el Ayuntamiento de Salamanca decidió eliminar el adoquinado que tenía por entonces la calle. Era la segunda generación de una pavimentación típica de esta calle que encajaba con su trayecto en pleno centro histórico. Sin embargo, en 2010 se decidió cambiarlo por asfalto.

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El frecuente paso de vehículos pesados y del bus urbano había hundido los adoquines y la calle presentaba dos roderas importantes. Además, el tráfico sobre el empedrado generaba bastante ruido que se acentuaba por el mal estado del pavimento, que fue parcheado con asfalto en algunas zonas.

La solución fue retirar los adoquines y cambiarlo por aglomerado de asfalto. La mejora costó 147.161 euros y se ejecutó siendo Salvador Cruz concejal de Fomento y Julián Lanzarote alcalde. La vía se abrió al tráfico el jueves 17 de marzo de 2010 a tiempo para las procesiones de Semana Santa. Y ahora, más de trece años después, vuelve a tener adoquines.

Hace semanas que empezaron las obras para ejecutar el tercer tramo del LIFE vía de la Plata y ahora están virtualmente terminadas. La actuación contemplaba el cambio de asfalto por adoquines en el tramo desde Poeta Iglesias hasta el cruce de la calle Jesús, a la altura del palacio de Orellana. Ese tramo da continuidad a las actuaciones para peatonalizar todo el trayecto de Correhuela, Pozo Amarillo, plaza del Mercado y Poeta Iglesias, que también se ha renovado con adoquines.

Una vez finalizadas las obras, el tramo principal de la calle San Pablo ha quedado en plataforma única, con las aceras y la calzada al mismo nivel. Además, ha estrenado algunos jardines, el primero a la altura de la plaza del Peso y otros dos en el tramo paralelo a la plaza de Colón. No se han ejecutado los respiraderos previstos en el palacio de Orellana. Y más abajo se han incorporado otras medidas propias del LIFE, como más arbolado, pavimento drenante y más vegetación.

No obstante, parte de la calle va a mantener la capa asfáltica que se instaló hace unos años ya que va a conservar cierto tráfico, con lo que no recuperará los adoquines que tuvo. Es el caso, por ahora, del tramo desde el cruce con calle Jesús hasta la iglesia de San Polo, que incluye el paso a la altura de la plaza del Concilio de Trento, donde sí se han puesto algunos de los nuevos jardines.

De este modo, la calle vuelve a estar como en 2010, cuando se produjo su última reforma. Un cambio que le devuelve un aspecto similar al que tuvo durante décadas ya que, hasta aquel año, casi siempre estuvo empedrada. El empedrado que se retiró en 2010 era de segunda generación ya que, años antes, se sustituyeron los adoquines tradicionales que había tenido la calle por otros nuevos.

Esta calle es el recuerdo que se conserva de una de las diez puertas que daban acceso a Salamanca desde el antiguo pórtico de la Muralla donde ahora se ubica el Paseo del Rector Esperabé. Aquella entrada de la ciudad era conocida entonces como La puerta de San Pablo. Desde el siglo XIX pasó a ser la calle San Pablo, aunque durante la Guerra Civl lo cambió por Mártires de España y más tarde Mártires de la Paz. En 1980 volvió a denominarse calle San Pablo.