El futuro cierre del centro al tráfico duplica la venta de etiquetas DGT en Salamanca

Según Correos, entidad que se encarga de su venta, en lo que va de año se han emitido en las 18 oficinas de Correos en la provincia de Salamanca un total de 3.334 etiquetas de clasificación de los vehículos en función de su eficiencia energética. El dato supone un crecimiento de más del doble respecto al mismo periodo del año anterior, cuando se vendieron 1.534. El interés tiene que ver con el hecho de que, sin esa etiqueta, pronto estará prohibido y multado acceder a la zona restringida: un multacar hará la ronda por las calles afectadas.

Estas etiquetas serán imprescindibles para acceder al centro de Salamanca cuando empiecen las restricciones. La ZBE es un área que incluye toda la zona histórica, con calles que se han peatonalizado o se están transformando. Buena parte de la zona afectada ya es peatonal, pero hay calles que no, como la Gran Vía.

Una vez entre en funcionamiento, solo podrán acceder los vehículos menos contaminantes y esa discriminación se hará a partir de la etiqueta de la DGT. El Ayuntamiento de Salamanca todavía está elaborando su propia ordenanza, pero se está basando en un modelo de la FEMP que establece un mínimo: vehículos con etiqueta 'C'.

Eso deja fuera a miles de vehículos de más de 20 años, tanto gasolina como diésel, que no pueden obtener esa etiqueta por sus niveles de emisiones. Y también excluye a los que no tienen o se desconoce cuáles es su clasificación, aunque parte se podrían poner al día.

Según la última edición del anuario de la DGT, el parque móvil de la provincia de Salamanca está compuesto por 243.268 vehículos. De ellos, 56.708 no tienen una etiqueta ni posibilidad de obtenerla y otros 11.072 no la tienen o es desconocida. En total, más de 57.000 vehículos, la mayoría turismos y motocicletas, que hoy por hoy no pueden poner en su carrocería la etiqueta con el nivel de emisiones ni cumplir con esa exigencia.

Eso supone que una cuarta parte del parque móvil de la provincia no podrá acceder al centro de Salamanca en cuanto se habiliten las restricciones, o lo hará arriesgándose a una multa si pasa por algunos de los puntos de control, es cazado por alguna de las 33 cámaras y lectores de matrículas o por el multacar, que también está previsto que funcione.