El embalse a rebosar en Salamanca que llega a su límite de seguridad tras la última borrasca

El embalse de Santa Teresa, del que 'bebe' el municipio de Salamanca, ha empezado a soltar agua como media de precaución al llegar a su límite de resguardo del 80% y en previsión de las precipitaciones que se avecinan para los próximos días. Todo, tras llegar a su máximo de este año y superar su récord de 2024, lo que le obliga a desembalsar en una fecha especialmente temprana.

El embalse salmantino, uno de los más llenos de España entre los de consumo humano, ha alcanzado los 400 hm3 este jueves por la mañana tras la entrada de importantes cantidades de agua procedentes de la borrasca Garoé. Varios días de precipitaciones acumuladas han llenado este gigantesco espacio a rebosar y ha alcanzado el límite de seguridad, por lo que la presa que lo regula ha tenido que actuar.

El espectáculo, aunque habitual, es llamativo. Tres de sus aliviaderos están abiertos y por ellos sale agua, millones de litros cada segundo. Empezó el día 21 virtiendo 8 m3/segundo, 8.000 litros cada minuto; durante el día 22 y la madrugada del 23 pasó a 20 m3/segundo; y esta mañana ha acelerado hasta superar los 100 m3/segundo, es decir, 100.000 litros cada segundo y 60 millones de litros de agua al minuto.

Según los datos en tiempo real de la Confederación Hidrográfica del Duero, que gestiona la instalación, el embalse ha recibido 28 hm3 en los dos últimos días, con una curva que ha tomado velocidad desde este miércoles, 22 de enero. El motivo, la entrada de agua a un ritmo de 200 m3/segundo procedente de las copiosas precipitaciones de los últimos días al paso del tren de borrascas y que ha dejado grandes cantidades en varios puntos de la provincia.

El embalse llegó a final de 2024 en más de 370 hm3 cúbicos, su mejore registro de un año pasado que ya fue bueno; de hecho, en noviembre aguantó sin abrir compuertas una fuerte entrada de agua y acumulando más de 356 hm3, al 75% de su capacidad.

Ahora, y en cuestión de menos de 48 horas, ha llegado hasta los 400 hm3, su máximo del año recién comenzado y del año hidrológico. Eso supone el 80% de su capacidad. Ante esta situación, los responsables de la presa han decidido aliviar presión y empezar a vertir caudal a 30 m3/segundo sacando al río buena parte de las reservas.

El objetivo es igualar con la cantidad de agua que está entrando procedente de las lluvias y evitar superar el nivel máximo de resguardo, fijado en el 80% de su capacidad, y que no se puede sobrepasar por motivos de seguridad. La prevención tiene que ver con el anuncio de más lluvias la próxima semana y la posibilidad de que algunas precipitaciones sean en forma de nieve, lo que podría embalsar gran cantidad de agua en pocos días y obligar a un desembalse mayor.

El embalse ha ganado más de 30 hm3 en dos días. Hay que recordar que 1 hm3 son mil millones de litros, que es más de la que hace falta para regar todos los parques y jardines de la ciudad durante un año entero.

Las zonas verdes municipales, más de 450 en la actualidad, en total suman más de 2,6 millones de metros cuadrados de superficie y necesitan 3.124 m3 por hectárea y año para su mantenimiento. Este mes de noviembre el aumento de reservas se ha acelerado y en dos semanas se han ganado los aproximadamente 16.000 millones de litros que necesita la ciudad de Salamanca para su consumo anual.

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