Cuenta atrás para las 140 plazas extra de la residencia de San Juan de Sahagún

La residencia va a revitalizar el barrio de Puente Ladrillo y su presencia es muy destacada. Según confirman desde la delegación de la Junta en Salamanca, en estos momentos la instalación está prácticamente lista para empezar a funcionar. La obra del edificio se acabó y los trabajos se centran en instalar el equipamiento adquirido y en terminar la cocina que abastecerá las necesidades del centro.

En cuanto la fecha para empezar a acoger residentes, según las mismas fuentes está previsto que en las próximas semanas se lleve a cabo el traslado de los usuarios que quedan en la actual sede de la residencia autonómica, el edificio sito en la carretera de Aldealengua. Son unos 60 con lo que habrá una importante ganancia en el número de plazas disponibles.

Las obras están finalizadas oficialmente desde septiembre, ocho meses antes de la fecha prevista. Su puesta en marcha está prevista durante los primeros meses de 2023, una vez se cuente con todas las licencias y trámites necesarios.

El nuevo centro contará con los 91 trabajadores que actualmente prestan servicios en la residencia 'San Juan de Sahagún' y, además, su puesta en marcha conllevará un importante incremento de personal, en torno a un 70 %, principalmente en la categoría de atención directa. La plantilla será de carácter público

La nueva residencia supondrá la creación de cerca de 200 plazas para personas mayores dependientes de las que 170 serán en la unidad residencial distribuidas en 12 unidades de convivencia y 16 plazas de estancias diurnas en el nuevo centro de día que funcionará también en una unidad de convivencia. Además, tendrá plazas de convalecencia sociosanitaria.

Eso supone que la residencia dispondrá a mayores de unas 140 plazas extra sobre la actual oferta en edificios de carácter público, lo que permitirá agilizar la lista de espera. Para conseguir plaza, el proceso es el de valoración y lista de espera que se hace en el sistema público.

Según el modelo autonómico de residencias, los solicitantes se apuntan en una lista de espera y reciben una valoración en función de sus circunstancias. De ahí se les adjudican plazas, ya sean 100% públicas en centros de titularidad de la Junta, o concertadas en centros privados, pero cuyo coste asumen la administración regional. El modelo se completa con las ayudas a la dependencia para usuarios de residencias privadas.

En algunos casos, la concesión puede ser inmediata si la valoración determina que el ingreso es urgente; en otros tocará esperar en lista; y en otros un solicitante nunca logrará plaza en un centro público, pero sí en uno concertado que asuma la administración o con ayudas públicas.