La Catedral de Salamanca reza por el «eterno descanso» del papa Benedicto XVI

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Félix Oliva

Durante la misa, Retana dio «gracias a Dios por su persona, por su figura y por el legado que nos deja», el cual el obispo consideró «hermoso y sabio» y que vaticinó que «va a seguir siendo una luz para tantas personas dentro de la Iglesia», según recoge ICAL. Por su parte, Fernández Mañueco expresó sus condolencias en redes sociales el día del fallecimiento de Joseph Ratzinger y puso de relieve: «Nos ha dejado un papa bueno, intelectual y discreto, querido por todos y que tomó decisiones importantes para la Iglesia Católica».

El obispo de las diócesis de Salamanca y Ciudad Rodrigo, José Luis Retana, había destacado anteriormente que el legado que deja el papa emérito Benedicto XVI, por ser «un legado hermoso y un legado sabio que va a seguir siendo una luz» en la Iglesia.«Damos gracias a Dios por su persona, por su figura y por el legado que nos dejó, un legado hermoso y un legado sabio que va a seguir siendo luz», destacó el obispo.

«Ha sido un profesor durante 25 años en las mejores universidades, un experto en el Concilio con tan solo 25 años, asesorando a su obispo, elegido obispo, llamado por Juan Pablo II para ser el presidente de la Ciencia de la Doctrina de la Fe junto a Juan Pablo II, al que ayudó muchísimo, y posteriormente papa durante 25 años», destacó de la trayectoria de Benedicto XVI, de quien también ha recordado dos momentos que le llamaron la «atención» en su pontificado.

Concretamente, sobre esos dos episodios, Retana explikcó que uno fue al principio cuando dijo, en referencia a la logia de San Pedro, que era «un simple y humilde trabajador», y el segundo cuando vio que le faltaban «las fuerza necesarias» para seguir guiando «la barca de la Iglesia» y cuando dejó el pontificado con un «signo de madurez, de humildad, de religiosidad».