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Serie Periodistas en Telecinco con José Coronado | Cómo sería 'Periodistas' a día de hoy, 25 años después

¿Cómo sería la serie 'Periodistas' a día de hoy?

A los cambios vertiginosos del oficio se suma la revolución televisiva de los últimos años: ni el periodismo es el mismo ni se representa de igual modo

Jueves, 12 de enero 2023, 03:03

Fue una serie líder de audiencia y marcó a toda una generación de futuros informadores. 'Periodistas', la ficción de Telecinco que seguía las tramas y desventuras de la sección de Local comandada por José Coronado, se estrenó un 13 de enero de 1998. «La veía con mucha atención», dice Francisco Seoane. «Estaba en segundo de carrera y era una forma de intuir lo que podía ser mi inmediato futuro profesional». Por su parte, Alberto N. García, que también era estudiante de segundo, fue un espectador ocasional: «En aquella época estaba más fascinado por el cine que por la televisión».

Los dos han terminado convirtiéndose en profesores de universidad. Seoane en la Carlos III de Madrid, donde imparte clases a alumnos de Periodismo, y García en la Universidad de Navarra, donde enseña Comunicación Audiovisual. Con ambos repasamos qué ha cambiado en el oficio y también cómo han evolucionado las series que lo retratan.

Las furgonetas del periódico distribuían los ejemplares cada mañana

La cabecera de 'Periodistas', con sintonía compuesta por Emilio Aragón, arrancaba con la imagen de una furgoneta descargando varios fajos de periódicos frente a un quiosco. Arriba, en la redacción, los personajes se intercambiaban teletipos impresos; abajo, en la cafetería Tertulia, todo el mundo esperaba su café mientras ojeaba el Crónica. «Ahora ese mundo se ha desvanecido», dice Seoane. «La gente ya no va con el periódico bajo el brazo. Quizá el equivalente es que estemos todos en el metro mirando la pantalla del móvil».

Décadas atrás, las noticias las encontrábamos en los quioscos y ahora nos llegan en forma de notificación. Si el Crónica existiera hoy en día, sería difícil imaginarlo sin página web y sin muro de pago. También costaría ubicarlo en el mismo edificio, ese plano general de la fachada que tantas veces se usaba como cortinilla entre las secuencias de la serie. «Tradicionalmente, las sedes de los periódicos se han visto como catedrales cívicas», explica Seoane. «Ahora lo habitual es que estén a las afueras, situadas en polígonos y alejadas del centro».

La irrupción de internet

A Blas Castellote (Álex Angulo) y a Ana Ruiz (Alicia Borrachero) les conocimos libreta en mano y con un lápiz en la oreja, símbolo del reportero intrépido. Ni smartphones ni cuentas de Twitter. Tampoco archivos en jpg: Willy, el fotógrafo de la sección, disparaba una cámara analógica y revisaba hojas de contacto. «La serie recoge un momento en el que el periodista era clave en la conformación de agenda y de opinión pública», cuenta Seoane.

Pero con la llegada de internet las fuentes de información se han multiplicado y el papel de la prensa ya no es tan central. «En la esfera online las redes de afinidad son más transparentes, tanto para lo bueno como para lo malo, y eso incluye bulos y rumores. Nos topamos con la desinformación. De todas formas, probablemente nos falta saber cómo circulaban las 'fake news' de aquel entonces. Hay una especie de nostalgia de un viejo mundo en el que todo estaba más controlado».

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Ese concepto, la nostalgia, es clave para entender la comodidad con la que se ve la serie un cuarto de siglo después. Conseguía simplificar la realidad y romantizar la profesión: cada mañana se repartían temas jugosos, al Crónica llegaban chivatazos y se publicaban exclusivas cada dos por tres. En el primer episodio había persecuciones, muertes e infidelidades.

«Para la ficción televisiva, una redacción es un entorno muy apetitoso», cuenta Alberto N. García, autor del libro 'Series contra cultura'. «Al igual que en juzgados, hospitales o comisarías, en un periódico los conflictos se renuevan constantemente por la propia naturaleza del oficio. Las historias además suelen ser dramáticas porque lo que es noticia es lo que se sale de la norma, lo diferente, lo sensacionalista también».

La clásica 'Lou Grant' se estrenó a finales de los 70. A su lado, un fotograma de la miniserie británica 'Press', de 2018

'Periodistas' por supuesto no fue la primera ni la última serie en sacar provecho de esa «vitamina narrativa». En la pequeña pantalla se puede detectar un linaje de periodistas que arranca con 'The Mary Tyler Moore Show' en los 70, continúa con el spin off 'Lou Grant' y enlaza con 'Murphy Brown' ya a finales de los 80.

En la década siguiente, García destaca 'Sports Night', la primera serie de Aaron Sorkin, que tiempo después volvió al universo de los medios con 'The Newsroom'. El eterno conflicto entre lo viejo y lo nuevo protagonizaba la quinta temporada de 'The Wire', en la que ya se dejaba notar el impacto que han tenido en el oficio las nuevas tecnologías. Series recientes como la australiana 'The Newsreader', la miniserie británica 'Press' o la estadounidense 'The Morning Show' han continuado ampliando esa genealogía de perros guardianes, plumillas devotos y jefes sin escrúpulos.

Las tramas de los personajes se entrecruzaban en el bar Tertulia

Muchas de estas ficciones comparten la característica de mezclar lo profesional y lo personal. En el caso de 'Periodistas', las discusiones editoriales se compaginaban con los amoríos de Coronado y las desavenencias familiares del personaje de Amparo Larrañaga. Conocíamos sus vidas más allá del trabajo, pero entre 'affaires' y pisos compartidos el punto de llegada siempre volvía a ser… el Crónica. «Tiene todo el sentido del mundo», dice García. «Las tramas endogámicas permiten a los guionistas entreverar las distintas caras de los redactores. Estas interferencias proporcionan una arquitectura dramática más rica, con más posibilidades».

Desde finales de los 90, hemos visto muchos minutos de ficción televisiva y ahora unas cuantas escenas de aquel piloto nos resultan más que prescindibles. Hay que tener en cuenta que entonces las series españolas dramáticas debían alcanzar la duración de 70 minutos (más pausas publicitarias) y que la parada en el desayuno era obligatoria. También para los periodistas, por muy ajetreados que comenzaran la jornada: sobre la mesa siempre lucía la leche o el zumo de turno que protagonizaba el 'product placement'. Otra época.

*Las nueve temporadas de la serie se pueden ver en Prime Video

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