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Migrantes descansan durante una noche de bajas temperaturas en el centro de El Paso, Texas. Reuters

El gobernador de Texas envía un centenar de migrantes a la casa de la vicepresidenta Harris

Varias familias latinoamericanas, muchas con niños pequeños, fueron abandonadas en las calles de Washington en plena ola de frío polar

caroline conejero

Nueva York

Lunes, 26 de diciembre 2022, 21:58

El gobernador de Texas, Greg Abbott, decidido a estropear las fiestas de Navidad a la Administración demócrata en Washington, optó el pasado sábado por enviar a un centenar de inmigrantes a la casa de la vicepresidenta, Kamala Harris. Constituye el último episodio de un pulso ... cada vez más tenso entre los gobernadores de los estados republicanos del sur y el Gobierno de Joe Biden por la intensificación de los controles fronterizos con México mientras la Casa Blanca intenta rescindir el Título 42 que promulgó Donald Trump y que permite expulsiones inmediatas.

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Tras dos días de viaje en autobús, unos 130 inmigrantes procedentes de Centroamérica y Sudamérica que solicitaban asilo, muchos de ellos con familias con niños vestidos con sudaderas y pantalones cortos, fueron abandonados en plena calle de Washington a última hora de la víspera de Navidad. Grupos de asistencia a inmigrantes, avisados de su llegada, les esperaban con mantas y bebidas calientes en medio de temperaturas de ocho grados bajo cero. Los transportaron a una iglesia en el vecindario de Capitol Hill, donde se les aportó ropa de abrigo, provisiones y alojamiento.

En un comunicado al periódico 'Washington Post', la Casa Blanca condenó la acción y señaló que Abbott no se coordinó con las autoridades federales o locales antes de dejar a los inmigrantes en medio del frío. Por su parte, la oficina del gobernador texano no había confirmado el envío de los últimos autobuses, aunque fueron introducidos en los vehículos por funcionarios de Texas.

El mes pasado Abbott dijo que esta estrategia suponía un alivio a las comunidades fronterizas del estado, y advirtió de que, si se permite que el Título 42 expire la cantidad de personas que ingresan ilegalmente a los EE UU «solo aumentará». Ya había enviado previamente autobuses a la sede del Observatorio Naval, que supervisa la política de inmigración.

Pérdida de vidas inocentes

Además, hace ocho días el gobernador Abbott exigió al presidente Biden «terminar con la mentira de que la frontera es segura», al tiempo que le conminó a desplegar de inmediato activos federales para abordar «los graves problemas antes de que se pierdan más vidas inocentes». Desde mediados de abril, Texas ha transportado en autobús a miles de inmigrantes a Washington, Nueva York y Chicago. Los gobernadores de Florida, Ron DeSantis, y de Arizona, Doug Ducey, asimismo republicanos, también han hecho lo mismo con destino ciudades dirigidas por demócratas.

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Amy Fischer, miembro de la organización Red de Ayuda Mutua de Solidaridad con Migrantes, denunció a los gobernadores de extrema derecha por «su crueldad» a la hora de orquestar el traslado de inmigrantes con fines políticos. Tatiana Laborde, del grupo de ayuda Samu First Response, señaló, por su parte, que llevan recibiendo inmigrantes desde abril y que solo la semana pasada nueve autobuses llegaron a Washington. Según ella, se ha visto un aumento ecuatorianos y colombianos, en contraste con el alto número de venezolanos que llegaban anteriormente.

Más de 230.000 ilegales penetraron en EE UU en noviembre

Activados por una posible derogación del Título 42, miles de inmigrantes cruzaron la frontera sur la semana pasada en una odisea que terminó dejándolos en campamentos improvisados a la intemperie en las calles de la ciudad de El Paso, en medio del avance de una tormenta ártica con temperaturas gélidas. El viernes, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza informó que 233.740 personas fueron detenidas en noviembre, el número más alto jamás registrado en ese mes. Según el informe de la agencia fronteriza, alrededor del 35% provenían de Cuba y Nicaragua.Los grupos de ayuda y los funcionarios de la ciudad fronteriza de El Paso y otras ciudades del Estado de Texas han tenido problemas para atender a la masiva cantidad de inmigrantes que ingresan en el país en busca de asilo. El Paso llegó a declarar estado de emergencia.

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