Unionistas se queda sin premio pese a merecer la victoria ante un pobre Badajoz

Casañ apostó de inicio, tal y como dejó caer en la previa del partido, por Mario Gómez en lugar de Pedraza en el centro de la defensa. Además, también jugó Ramón Blázquez de inicio en el costado diestro en sustitución de Chapela, que partió desde el banquillo del estadio Reina Sofía. El tercer cambio del técnico valenciano fue Mario Losada, que recuperó la titularidad por detrás de Jesús de Miguel. Carlos de la Nava, el capitán blanquinegro, comenzó también desde la suplencia el partido frente al CD Badajoz.

El partido comenzó con la imagen más pobre de las gradas de toda la temporada en el feudo blanquinegro, pese al llamamiento que parte de la afición realizó para que desde media hora antes del partido el Reina Sofía presentara un gran aspecto.

La primera ocasión clara del partido llegó en el minuto 5 de partido a través del lanzamiento de una falta por parte del Badajoz, con Zelu como ejecutor. Su disparo se fue por encima del marco de Kike Royo, y de paso amarillo Ramiro Mayor se llevó una cartulina amarilla. Acto seguido, un cabezazo de David Vicente a la salida de un córner botado por Nespral se convirtió en la primera ocasión.

El partido, aún frío y sin ritmo, quedó marcado en el minuto 9 de partido por la expulsión de Ramiro Mayor. El central de Unionistas de Salamanca trabó a un jugador pacense en el centro del campo y el colegiado, Irurtzun Artola, decretó la segunda amarilla para el maño. Expulsado entre gritos de «fuera, fuera» del Reina Sofía, que no daba crédito a cómo el colegiado, sin mandar antes ni un solo aviso a los jugadores para que no realizaran faltas que pudieran conllevar amonestación, dejó a los blanquinegros con un hombre menos.

Respondió Unionistas en el minuto 14 con una buena jugada que terminó con un buen disparo de Losada desde la corona del área y que obligó a Kike Royo a estirarse para evitar el tanto inicial. Entre tanto, Óscar Sanz se incrustó en el centro de la defensa unionista, en el hueco dejado por Ramiro.

Pese a la roja, el partido siguió el guion previsto: posesión para Unionistas y a intentar llegar a la portería del equipo de Salmerón. Aunque los zarpazos visitantes asustaban: Adilson llegó hasta la línea de fondo en una internada muy peligrosa que culminó con el balón paseándose por el punto de penalti sin que hubiera rematador.

Con la media hora consumida Unionistas le entregó el balón al Badajoz, aunque sin llegar al área blanquinegra. Los charros guardaban esfuerzo, teniendo en cuenta que solo contaban con diez jugadores, de cara a los minutos finales del partido. Pero otra falta de un defensa, David Vicente, se convirtió en penalti. Clamoroso sobre Adilson que, de nuevo, desbordó hacia dentro del área y fue trabado por el pelirrojo. Zelu, hombre ''de galones'' en el equipo visitante, lo mandó con fuerza al travesaño de la meta de Salva de la Cruz en medio del rugir del Reina. Unionistas de Salamanca tenía otra vida más.

Para aprovecharla, Unionistas tuvo la última oportunidad de la primera parte en las botas de Beneit, quien le pegó con todo tras un magistral regate dentro del área después de una jugada blanquinegra por el costado izquierdo. Con respeto entre los dos equipos, y con un Badajoz que no fue a por el gol con descaro pese a quedarse con un hombre más desde el minuto 9, el partido llegó al parón.

La reanudación comenzó con un cambio de Casañ. Metió a un central, Leal, en sustitución de Mario Losada. Y también comenzó el partido con Unionistas yendo a por el partido ante un Badajoz inferior hasta el momento que apenas había incomodado, con jugadas combinativas, la portería de Salva de la Cruz. De Miguel tuvo su oportunidad delante mismo de Kike Royo, sin premio.

Carácter. Eso es lo que puso sobre el terreno de juego el equipo blanquinegro, dejando espacio al Badajoz pero cortando todas las líneas de pase pacenses, lo que complicaba a la vida a unos hombres de Salmerón que no sabían aprovechar su superioridad numérica. Persistían los de Casañ, superiores al Badajoz y aprovechando más la posesión. En el 58 Kike Royo salvó a los suyos del primero para Unionistas. De Miguel peinó un balón en el centro del campo que Beneit se llevó, con calidad, en velocidad. Recortó al central y se plantó en la frontal del equipo visitante. Con un fenomenal disparo que obligó a Royo a meter una mano salvadora los locales volvían a congelar a los de Salmerón.

No paraban los de Casañ. En el rechace de una falta Mario Gómez, por poco, no metió la puntera para perforar las redes de Kike Royo, de nuevo salvador con una parada tras un disparo de Beneit. Para cualquier lado podía caer el partido por demérito de Unionistas a la hora de marcar las ocasiones, y porque el Badajoz, aunque puntualmente, se acercaba a la portería de Salva. La tuvo Calderón tras un error de Mario Gómez, que perdió el balón en tres cuartos de campo y permitió la contra visitante.

Los méritos para la victoria los ponía Unionistas. Otro chut de Nespral volvió a desviarlo Kike Royo con otro paradón. Los blanquinegros no encontraban su premio pese a intentarlo una y otra vez. Conforme llegaban los minutos finales el partido se rompió definitivamente. La tuvieron los de Salmerón. Calderón la puso, remató Chendrl y con un paradón brutal Salva evitó el primero a 14 minutos del final. En la contra, Chapela envió dos obuses a la portería de Kike Royo, ninguno con el premio del gol. Tocaba zafarrancho de combate para ambos equipos a diez minutos del desenlace, con ataques constantes. En el Reina, con solo 2ºC de temperatura, cualquier acción helaría al contrario en forma de gol.

Casañ metió a Tropi en el centro del campo para oxigenar y a Obeng para desbordar por banda. La velocidad podía ser la gran aliada charra en los minutos finales si aprovechaban alguna pérdida del Badajoz, un equipo timorato que apenas ofreció ocasiones claras de gol y hambre de victoria en la segunda parte.

Al final, ni para uno ni para otro. Mereció más el equipo de Casañ que el martes podrá resarcirse del empate que no sabe todo lo bien que debería por, precisamente, haber hecho un meritorio partido ante el Badajoz.