Directo Trump, a punto de volver a ser presidente de Estados Unidos
Rubén, Unai y Aimar, entrenador y jugadores de Unionistas Álex López
El latido del deporte de Salamanca

El respeto al deporte como legado familiar: una escuela de vida en Unionistas

Rubén, Unai y Aimar. Formadores, entrenadores, jugadores, hermanos, hijos y padre. Así se transmite el valor del fútbol

Miércoles, 25 de diciembre 2024, 13:03

Rubén. Unai. Aimar. El primero es el padre. El segundo, el hijo mayor. Y el tercero, el hermano pequeño. Los tres comparten pasión por el deporte y por un club, Unionistas de Salamanca. Son las seis de la tarde y el frío se siente aún más si cabe en el estadio Reina Sofía. El campo de césped artificial se divide en tres partes, una para cada equipo y entre la niebla se distingue al cadete B entrenar. Es el turno de Unai. Antes lo fue para su padre y después lo será para su hermano.

Publicidad

«El deporte nos apasiona. Es algo familiar. Siempre hemos intentado enseñarles que lo importante es el esfuerzo, no el resultado, aún estando en este club. Intentamos que valoren donde están y su esfuerzo, es eso lo que les exigimos», revela el progenitor.

Rubénentrena, pero antes fue jugador. «He estado en todas las categorías de fútbol base. Desde que tenía siete años cada fin de semana se mi vida ha estado ligado al fútbol. Jugando, entrenando y como padre«, cuenta. Incluso ha llegado a combinar dos, la de entrenar y ser padre, durante dos temporadas, liderando al equipo en formación de Aimar.

Es en la sección de padre donde ha observado las más grandes diferencias con respecto a su etapa como jugador. «Antes el entrenador te llevaba al campo. Ahora los padres están mucho más involucrados que antes. Era impensable que un padre estuviera un sábado por la mañana viendo a sus hijos y ahora hay familias enteras siguiendo a los más pequeños», explica. De hecho, están tan involucrados que llegar a ser un «hándicap».

No son pocas las veces que se han publicado agresiones e insultos de padres a árbitros o a padres de otros niños. «Es un tema aparte. Creo que la implicación es excesiva, sobre todo, en cuanto expectativas. Se condiciona negativamente a los niños», reflexiona.

Publicidad

«Creo enormemente en el poder del deporte y, en este caso, del fútbol por esos valores»

Sin embargo, hay cosas que no cambian, los valores del deporte. «Soy entrenador de fútbol 7, precisamente por eso, por los valores intrínsecos del fútbol, los valores que le enseñaría a mis hijos transmitírselos a los jugadores. Creo enormemente en el poder del deporte y, en este caso, del fútbol por esos valores. Creo que se aprende a ganar, a perder, a competir, a luchar, a esforzarte, a pertenecer a un grupo...».

Un fin de semana en familia

¿Cómo son los fines de semana? La respuesta es obvia: llenos de deporte. Lo difícil es compaginar los siete días de la semana, porque en todos tiene que haber tiemp opara el fútbol. «Estamos 24/7. Ellos entrenan lunes, miércoles y viernes, y además Unai -ayudante de su padre con los prebenhamines- y Rubén entrenan martes y jueves. Y el fin de semana... es una locura. Empieza el viernes, el sábado nos repartimos con la ayuda de los abuelos, porque juegan en regional y es complicado, pero se puede. Dedicamos a Unionistas y al fútbol todo nuestro fin de semana», relata.

Publicidad

¿Y qué dice la 'mami'? «Pues está encantada. También le gusta. Es futbolera. Deportista. Hizo gimnasia rítmica a nivel profesional y sabe, casi más que nosotros, el esfuerzo que supone dedicarse a un deporte. Es muy importante dentro del pilar del grup oque formamos los cuatro. Está encantada, pero siempre hay que tener un poco de pasión y locura porque si no, no lo haría», responde.

La entrevista al 'peque'

Con cierta timidez, Aimar confiesa que desde pequeño su familia le inculcó los valores del deporte, de hecho, llegó a jugar en el Monterrey, club de su abuelo, su padre, su hermano y también suyo. «Si todos jugaban al fútbol, pues tenía que jugar y siempre me gustó», cuenta.

Publicidad

Álex López

También recuerda cuando su padre fue su entrenador: «En el tema personal está bien tener a tu padre como entrenador, pero lo único es que... en los torneos fuera no me portaba tan mal como puedo hacer ahora. Al estar él delante, pues no tenía confianza como ahora».

¿Qué ha aprendido de su padre? «Muchas cosas, a respetar sobre todo y a no hablar a los árbitros. Si no... se enfada (risas). A ser amable y a divertirse que es lo más importante en el fútbol», finaliza.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas

Publicidad