
Turbulencias en Unionistas. El club salmantino vive uno de los momentos más polémicos de su historia, especialmente en lo que a fuera del campo se refiere. La grada se encuentra dividida y las medidas para atajar el conflicto pasan por la directiva de un club que siempre se ha mostrado contundente con cualquier tipo de violencia, física o verbal, en lo que a sus socios se refiere. Ahora bien, el procedimiento es largo y mientras tanto las turbulencias se sienten.
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Zamora fue la gota que colmó el vaso. Un grupo de aficionados de Unionistas arrancó hasta ocho asientos de las gradas del Ruta de la Plata y, posteriormente, otros dos agredieron a aficionados del mismo equipo blanquinegro. Una acción presenciada por miembros de la Policía Nacional, que levantaron acta para que sobre ellos caiga la Ley del Deporte, además de la imposición del propio club unionista.
Seguidamente, una carta dirigida a la directiva y firmada por más de 100 socios ha sido noticia a nivel local e internacional. En ella, se exige la disolución inmediata del «grupo de ultras» que poco a poco ha ido creando enfrentamiento en la grada de animación del Reina Sofía y que, a su juicio, no representan la ejemplaridad que siempre ha caracterizado a la afición charra. Por todo ello, el partido de este domingo en el estadio de San José no solo se jugará sobre el césped, también en la grada.
Esta situación nubla a la vivida sobre el campo. El equipo de Dani Llàcer ha logrado uno de los últimos nueve puntos posibles, lo que impide que a falta de ocho jornadas por disputar para el final de liga se hable de play off y únicamente se opte por el objetivo de la salvación, el primero y más importante.
Para el partido, Daniel Llàcer no tendrá disponibles ni a Iñaki González, tampoco a Aitor Pascual ni a Imanol Baz, una mala situación en la defensa, que obligará al cuerpo técnico de Unionistas a cambiar de posición a jugadores como puede ser el caso de Álvaro Gómez, que cuenta con muchas papeletas para venirse atrás en la banda.
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En la rueda de prensa previa al encuentro, Daniel Llàcer repetía un número, el 43, el que ayudará a la afición, a su juicio, a ver las cosas de una «manera diferente».
Osasuna B se encuentra ahora mismo en puestos de descenso con 35 puntos, tras dos empates y una derrota en las tres últimas jornadas.
«Es un filial algo atípico, por la edad media y los futbolistas que tiene no sub23. Es un equipo que a balón parado tiene jugadores importantes y también a nivel transicional. Una de las claves del partido será no dejarles correr», comentaba.
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