El Salamanca UDS falla lo indecible y empata con 9 jugadores ante el Astorga

María apostó de inicio por el once esperado en el Helmántico. Con Fabio de vuelta a la titularidad tras su sanción, Peli de inicio en el centro del campo pese a las molestias en los aductores esta semana, y con Gabri Salazar en la punta del ataque.

El partido comenzó con repetición incluida del saque inicial, y con el Salamanca UDS mandando sobre el terreno de juego, con el dominio del esférico y de las aproximaciones al área. En los cinco minutos iniciales hasta cuatro balones colgaron los locales a través de Souley, Franco y Gustavo gracias a los balones que dirigían con acierto desde la medular Peli y Benito. Los de María Hernández buscaban, a través de una presión asfixiante al Astorga, robar e ir rápido a portería, algo que conseguían y que, además, estaba siendo recompensado por la afición.

Buscaba algunas contras el equipo de José Luis Lago, aunque el esférico era propiedad del conjunto blanquinegro (eso sí, conforme pasaba el tiempo durante menos minutos seguidos) mientras las nubes amenazadoras de lluvia llegaban al Helmántico. Los maragatos lanzaban balones al costado izquierdo en busca de Adri, para que este condujera el cuero hacia el área, donde un intenso Javi Amor las tenía tiesas desde el inicio del partido con un no menos incisivo Fabio.

En torno al minuto 22 de partido llegó la esperada lluvia mientras se trababa el juego y el ritmo de partido. Puso pimienta el Salamanca UDS con un córner que botó Alvarito y peinó con el flequillo Amaro, sin acierto. Lo mismo con un golpe franco directo segundos después. El Astorga más numantino esperaba encerrado atrás su oportunidad, y más con el peligro que suponían con el agua los balones en largo y los errores defensivos. A más de un jugador se le resbalaron las botas al intentar controlar el balón.

Pero los de León tenían claro que, aunque esperaran atrás, las oportunidades llegaban. Varias combinaciones en el borde del área entre Peláez, David Álvarez, Adri y Javi Amor inquietaban a las huestes de María Hernández, desprevenidos en varias contras astorganas, y concediendo muchos metros en el centro del campo para que avanzaran los visitantes. Un chut de David Franco despertó el relajado partido en el minuto 35, aunque el disparo se perdió por centímetros por encima de la portería de Sergio. Replicó en el siguiente minuto David Álvarez con otro disparo lejano, con maestría, que también se perdió por poco.

La ocasión más clara la sirvió el Salamanca UDS en el minuto 37. Un disparo potentísimo de Souley impactó en el larguero, el rechace se quedó muerto en el área y el Astorga despejó. El obús del defensa estuvo a punto de ser el 1-0.

De ahí al descanso, poco más pasó. Intensidad en cada balón dividido y alguna falta más alta que otra que provocaba el cabreo de la afición local y los insultos («tontos, tontos» y «puta, Astorga, puta, Astorga») de la hinchada del fondo sur del estadio. Con los ánimos 'calientes' se llegó al final de la primera mitad.

Sin cambios comenzó la segunda parte, y con el equipo charro de nuevo dominando y buscando la meta de Sergio. La tuvo el equipo de María nada más empezar con un balón largo que no consiguió cazar Gabri en su mano a mano ante el portero. Pero en el fútbol perdonar tiene sus consecuencias, y el Salamanca UDS lo probó de primera mano. Sergio Peláez, desde el flanco izquierdo del ataque maragato, dentro del área, encaró a portería y se sacó un disparo con rosca con el arte suficiente para introducirlo en el arco defendido por Miguel del Río. El segundo tiro a puerta del Astorga, adentro. La sensación de peligro visitante, en cada acción o en cada contra, estaba más que justificada antes del gol. Y, desde ese minuto 51, más.

El partido se rompió. Sin centro del campo, la alegría de los dos equipos por buscar la portería contraria creció. Una jugada por la derecha entre Peli y David Franco acabó en un disparo del segundo desde el punto de penalti, con el potero caído, y con un defensa defendiendo la meta. Inexplicablemente, no entró. Fallo de bulto que, en el fútbol, a veces se paga. El Astorga, con cada contra, creaba peligro. También en las botas de David Álvarez, que se sacó un disparo que lamió el lateral de la red local.

Solo valía la victoria para el Salamanca UDS, y a media hora del final el resultado era de derrota. Con todo le pegó Gabri tras un centro de Souley. Se cantaba el gol ya cuando, sin oposición, Salazar la mandó al lateral de la red. Volcados estaban los de María Hernández mientras una manta de agua seguía cayendo en Salamanca.

La tarde se le complicaba por momentos al equipo del Helmántico. Pablo de Castro acabó expulsado por una doble amarilla instantánea en el minuto 65. Reorganizó María a los suyos con un sistema de 4-3-2, con Amaro como central en la defensa y con Padilla en el costado diestro del ataque.

El partido encaraba su último cuarto de hora con nervios en los locales, que veían cómo se alejaban del ascenso directo. Quitó María Hernández a Gabri y dio entrada a Joel, buscando la altura del delantero. Con Alvarito y David Franco, y todo el equipo metido en el área del Astorga, la desesperación llegaba al conjunto local con cada minuto perdido del equipo leonés.

Pero la justicia apareció en el minuto 81 cuando un buen centro, otro más, de Souley acabó en el pecho de Padilla quien, con clase, se la dejó a Alvarito para que batiera por bajo a Sergio desde la corona del área. El estadio rugió con un merecido empate pero el resultado seguía siendo insuficiente para los blanquinegros, dominadores del partido pese al peligro visitante en contras y acciones individuales.

Gustavo Carmona también acabó expulsado dentro de la cantidad de tarjetas que enseñó el trencilla durante el partido. Pese a estar con 9 jugadores solo, los de María no le perdieron la cara y siguieron apretando y presionando para intentar lograr la victoria final, que seguro que tendría mucho de épica.

Pero la batalla terminó en el campo del Salamanca UDS. Reparto de puntos que le vale, más, al Astorga y deja a los charros con la sensación de haber podido ganar al líder en medio del barro y con dos efectivos menos. La 'guerra' por el ascenso directo continúa.