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Eric García recoge el balón de la red tras el gol de Iñigo Martínez. David W Cerny (Reuters)
España sobrevive a duras penas
Liga de Naciones

España sobrevive a duras penas

Un cabezazo de Iñigo Martínez en la recta final del encuentro disputado en Praga socorre al combinado de Luis Enrique frente a una República Checa que puso en evidencia la falta de cuajo defensivo de La Roja

Óscar Bellot

Enviado especial a Praga

Domingo, 5 de junio 2022

La selección española mide su capacidad de reacción en Praga. El empate de La Roja frente a Portugal en el Benito Villamarín ha reducido considerablemente el margen de error del combinado de Luis Enrique, que no se puede dar el lujo de volver a ... fallar en la ciudad de Franz Kafka para no perder comba frente a la República Checa en la recién iniciada tercera edición de la Liga de Naciones. El bloque centroeuropeo, líder del grupo tras doblegar en su estreno a una Suiza que apostó más alto pero fue débil en las áreas, persigue el doblete en el Sinobo Stadium y pondrá a prueba a España dentro de este apretadísimo calendario que no ofrece espacio para lamerse las heridas. Toca levantarse a fin de evitar que la cuesta adquiera unos porcentajes inasumibles.

Pese a que las tablas con Portugal entraban dentro de la lógica, el modo en el que se produjeron dejó sensación de desánimo en la caseta española, aunque Luis Enrique afirmase que se sentía complacido con la actitud y el desempeño de sus peones. «Es difícil aguantar este ritmo de presión los noventa minutos, pero ha estado bien el equipo, me ha gustado», proclamó haciendo gala de un optimismo que choca con la falta de contundencia que mostraron sus pupilos en el área de los lusos.

Más allá del resultado, el litigio con Portugal volvió a poner de manifiesto que Luis Enrique tiene suficiente fondo de armario. Azpilicueta cumplió en el lateral derecho, Diego Llorente cubrió con solvencia la baja de Laporte en el eje de la retaguardia, Carlos Soler sigue apretando a Koke y Sarabia dio otro golpe encima de la mesa en la pelea por estar en el tridente ofensivo. Pero el frenético ritmo de viajes y partidos, sumado a las alturas del curso en las que nos encontramos, no deja más remedio que administrar los minutos con mucha cautela, por lo que Luis Enrique sacudirá el árbol en busca de un plus de energía.

Carvajal, suplente en Heliópolis, regresa al costado diestro de una zaga en la que también entran Eric García, Iñigo Martínez y Marcos Alonso. En el centro del campo Koke releva a Carlos Soler y Rodri sienta a Busquets. Arriba se mantiene Sarabia, al que se le unen Dani Olmo y Raúl de Tomás. En total, ocho cambios respecto al pulso con Portugal.

La historia sonríe a España

Al otro lado estará una República Checa a la que España se ha enfrentado en cinco ocasiones desde la disolución de Checoslovaquia, con un balance de cuatro triunfos de La Roja y un empate. La última vez que se vieron las caras fue en la primera fase de la Eurocopa 2016, con victoria del combinado que dirigía Vicente del Bosque merced a un solitario gol en la recta final de Piqué a centro de Iniesta. De Gea salvó los muebles poco después al frustrar el empate de Darida el día en que el guardameta del Manchester United tomó el testigo bajo palos de Iker Casillas, suplente en el inicio de una fase final catorce años después.

Del once titular que dispuso España en aquella ocasión resisten Jordi Alba, Busquets y Morata. Azpilicueta y Koke, convocados también para las cuatro primeras jornadas de la Liga de Naciones, estuvieron en el banquillo. Peter Cech era la gran figura entonces de los checos, dirigidos por Pavel Vrba, que dejó el cargo de seleccionador al término de aquella Eurocopa. Desde 2018, el timón lo lleva Jaroslav Silhavy, que logró conducir a la 'národní tým' hasta los cuartos de final del Europeo celebrado en 2021. Dinamarca le cerró el paso, después de que los centroeuropeos despeñasen a Países Bajos en octavos.

Los checos perdieron el último tren para el Mundial de Catar al caer frente a Suecia en la repesca de marzo y afrontan la Liga de Naciones con ánimo de hacer un buen papel, aunque conscientes de que España y Portugal tienen el cartel de favoritos dentro del grupo. La baja por lesión de Schick, que firmó una temporada para enmarcar con el Bayer Leverkusen registrando 24 goles en 27 partidos de la Bundesliga, merma su potencial ofensivo. A su ausencia se unen otras significativas como las del zaguero Tomas Holes y el medio Antonin Barak, también por problemas físicos. Sí están disponibles, en cambio, Vaclik, exportero del Sevilla, y Jantko, centrocampista del Getafe. Dos figuras clave en un bloque en el que prima el orden. A España le corresponde la misión de desarbolarlo.

España sobrevive a duras penas en esta Liga de Naciones. El combinado de Luis Enrique arrancó un sufrido empate a la República Checa en las postrimerías del partido disputado en Praga que le mantiene en la pugna por estar en la próxima 'final four' del torneo. El gol de cabeza de Iñigo Martínez socorrió a un grupo que pagó la blandura de su zaga, tan tierna que el equipo centroeuropeo la desmoronó con un par de envíos en largo.

Pesek, en la primera parte, y Kuchta, en la segunda, pusieron en evidencia el serio problema que tiene La Roja, chata arriba y tan permisiva en defensa que cualquier oponente bien trabajado puede subírsele a las barbas por su falta de cuajo. Conviene que Luis Enrique, que privilegia la salida con la pelota por encima de la contundencia de los miembros de su retaguardia, vaya tomando nota.

El asturiano, que dejó fuera de la convocatoria a Ansu Fati, aplicó un profundo lavado de cara a la selección, con ocho modificaciones en su once respecto al que dispuso frente a Portugal. Únicamente repitieron Unai Simón, Gavi y Sarabia. El apretado calendario aconseja rotaciones para repartir cargas, tener piernas frescas y evitar lesiones que estropeen el cierre del curso, pero a punto estuvo de llevarse un disgusto mayúsculo. Jaroslav Silhavy, en cambio, solo aportó tres novedades respecto al bloque de partida que empleó el preparador checo en la victoria de su equipo sobre Suiza en la primera jornada de la Liga de Naciones: Mateju, Lingr y Pesek.

República Checa

Vaclik, Zima, Brabec, Mateju, Coufal, Sadilek, Soucek, Zeleny (Jantko, min. 24; Havel, min. 46), Pesek (Hlozek, min. 59), Lingr (Cerny, min. 59) y Kuchta (Jurecka, min. 78).

2

-

2

España

Unai Simón, Carvajal, Eric García, Iñigo Martínez, Marcos Alonso, Rodri (Busquets, min. 60), Koke (Marcos Llorente, min. 72), Gavi, Sarabia (Ferran Torres, min. 46), Raúl de Tomás (Morata, min. 60) y Dani Olmo (Marco Asensio, min. 60).

  • Goles: 1-0: min. 4, Pesek. 1-1: min. 45+3, Gavi. 2-1: min. 66, Kuchta. 2-2: min. 90, Iñigo Martínez.

  • Árbitro: François Letexier (Francia). Amonestó a Rodri y Coufal.

  • Incidencias: Partido correspondiente a la segunda jornada de la Liga de Naciones, disputado en el Sinobo Stadium ante unos 18.245 espectadores.

Fue precisamente Pesek el encargado el abrir el marcador cuando los dos rivales todavía se estaban tanteando. El futbolista del Sparta de Praga culminó, embocando a placer, una contra conducida por Kuchta, que sacó rédito de la mala coordinación de la retaguardia española al tirar el fuera de juego. El linier vio 'offside', pero el VAR chivó la posición de Carvajal, que validaba la acción. Un mazazo tempranero para España, que amasaba bola, pero sin profundidad para agrietar a las prietas filas del combinado centroeuropeo.

Alentada por un resultado extraordinario para sus intereses, la 'narodni tym' minó el camino hacia los dominios de Vaclik, exguardameta del Sevilla al que España apenas desafió en la primera parte. Un disparo desviado de Sarabia tras un buen desmarque de Raúl de Tomás fue la primera señal en ataque del combinado de Luis Enrique, plano y previsible frente a un adversario ordenado y compacto. A España le costó muchísimo encontrar un resquicio. Un problema recurrente frente a este tipo de contrincantes que le rehúyen el cuerpo a cuerpo.

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Lo halló de rebote y con una pizca de fortuna. Con la República Checa en inferioridad numérica porque Silhavy aguantó el relevo de lesionado Jantko para no quemar una segunda ventana de cambios antes del descanso, Rodri cazó un balón en la frontal y tuvo el temple suficiente para ceder a Gavi, que firmó su primera diana como internacional enviando el esférico a la tronera. Un pase a la red con la zurda del centrocampista del Barça, que fue el mejor de largo ante Portugal y sacó a España del atolladero en Praga para convertirse en el goleador más joven en la historia de La Roja al pulverizar, con 17 años y 304 días, la plusmarca que detentaba Ansu Fati.

El empate quitó lastre a España, algo más suelta tras el paso por vestuarios. Ferran, relevo de un atribulado Sarabia, filtró una buena bola a Dani Olmo, que no pudo concretar el remate en el área pequeña. El reverso negativo estaba en las concesiones defensivas, que permitieron a Kuchta plantarse solo ante Unai Simón después de que la retaguardia visitante flaquease de nuevo al tirar el fuera de juego. Perdonó el delantero, que cruzó demasiado el remate cuando la parroquia local cantaba el segundo en el recinto del Slavia de Praga.

Completó la remodelación de su tridente ofensivo Luis Enrique con la inclusión de Morata y Marco Asensio por De Tomás y Dani Olmo. El extremo del Real Madrid no vestía la zamarra nacional desde la goleada a Alemania, pero le bastó un minuto sobre el pasto para refrendar la aseveración que hizo el gijonés en la previa: tiene un cañón en la zurda que es la envidia de la práctica totalidad de sus compañeros de profesión. La madera evitó que hiciese blanco a la primera. Puede ser el abrelatas que tanto precisa La Roja para descerrajar a rivales que se encierran en su área.

Del probable 1-2 se pasó al 2-1 en cuestión de un suspiro. De nuevo un balón en largo pilló desprevenida a España, con Eric García otra vez señalado. El zaguero del Barça dejó pradera libre a Kuchta que, esta vez sí, ajustició con un remate de cuchara. Tuvo que ser Iñigo Martínez, el otro central, el que saliera al rescate de La Roja con un gol de cabeza sobre la bocina para mantener viva a una España que, de otro modo, hubiera salido de Praga con un feo panorama por delante en esta Liga de Naciones y que sigue sembrando dudas.

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