Con cautela máxima, aunque con mucha confianza por la trayectoria de un equipo que ha convertido lo imposible en su pan de cada día, afronta Carlo Ancelotti la final de la Champions contra el Liverpool. El técnico del Real Madrid no se atreve a aventurar ... que su equipo regresará de París con la 'orejona'. Faltaría más. Pero sí asegura que sus futbolistas se dejaran el alma para derrotar a las huestes de Jürgen Klopp. «Sabemos la exigencia y la historia de este club. Llegar aquí ha sido muy importante para nosotros. La temporada ha sido muy, muy buena. Estamos muy cerca de lograr lo máximo. Lo intentaremos todo», prometió el italiano en una rueda de prensa en la que hizo repaso de lo vivido en una competición en la que el Real Madrid ha vuelto a superar sus límites.
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«El equipo ha tenido compromiso. La historia de este club nos ha empujado en momentos de dificultad. Merecimos llegar a la final. Si merecemos ganarla lo tendremos que demostrar mañana», aseveró un Ancelotti que volvió a repartir sonrisas y momentos distendidos en un escenario que a otros agarrota. Carletto es feliz y se le nota. «Estoy disfrutando mucho este año, el periodo con este club y estos jugadores. Sigo disfrutando. Estoy muy tranquilo. Mañana sé que por la tarde llegará un poco de preocupación, pero la preocupación se combate con las ganas de los jugadores, que me dan confianza», proclamó el preparador del Real Madrid.
El transalpino encara su quinta final de la Champions, más que cualquier otro de sus homólogos, y todas ellas le han dejado poso. «Tengo buen recuerdo de todas. La que jugamos mejor, contra el Liverpool en 2005, la perdimos. Eso no significa que le vaya a decir a los jugadores que jueguen mal para ganar», bromeó. «Hemos tenido tiempo para prepararla bien, pienso que llegamos muy bien a este momento. Seguro que daremos lo mejor que tenemos, pero no estoy seguro de que con eso ganemos, aunque sí que tendremos más posibilidades», destacó.
Restó trascendencia Ancelotti a las dudas con las que llega el Liverpool a la cita, personificadas en las figuras de los tocados Fabinho y Thiago. «Tuvimos problemas en 2014, con varios jugadores tocados, y conseguimos ganar. Si un jugador está lesionado, no puede jugar. Si juegan sus jugadores, es que no están lesionados. Esto no afectará al partido, es el último partido de la temporada y lo van a dar todo», manifestó el técnico.
Auguró un enfrentamiento de enorme exigencia física. «Tenemos que plantear un partido en el que mostremos nuestra calidad, lo que hemos podido mostrar en la temporada. El equipo tiene compromiso colectivo, calidad individual, jugadores que entran y marcan la diferencia, que dan la cara. El Liverpool planteará un partido intenso, con mucha verticalidad... Es lo que quieren plantear ellos. Y lo otro es lo que queremos nosotros. El partido está ahí. El que muestre su calidad, gana el partido», apuntó.
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Incidió en que ve «la misma motivación», aunque «menos preocupación» en sus futbolistas de la que había en el vestuario que abrochó la 'décima' en Lisboa, algo que se explica por la serie de títulos que han logrado los blancos en su competición fetiche desde entonces. «El de Lisboa fue para todo el madridismo la llave de todo este éxito», rememoró un Ancelotti que sabe que el sábado contará con el respaldo de todos la hinchada del Everton, el equipo al que entrenó hasta el pasado verano y enemigo del Liverpool. «Sé que los aficionados del Everton mañana estarán con nosotros, por la rivalidad. Tengo buenos recuerdos de mi tiempo en Liverpool, en su parte azul. Estoy seguro de que me apoyarán mañana», comentó.
El técnico del Real Madrid estuvo acompañado en la rueda de prensa por Courtois y Marcelo. El brasileño capeó como pudo las preguntas sobre su futuro en vísperas del que casi con toda seguridad será su último partido en la que ha sido su escuadra desde 2007. «Todos saben mi pasión y mi amor por el club de mi vida, que es el Madrid. El Fluminense lo fue en su época, me dio todo al principio. El Madrid me ha dado todo también. No diré ahora lo que pienso. No quiero una estatua, mi historia está hecha en el Madrid, y lo seguiré haciendo. Tras la final, veremos qué hacemos», atajó el brasileño, que pondría un broche de oro de conquistar su quinta Champions.
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Para Courtois sería la primera. Al belga, víctima con el Atlético de esa singular relación de amor que tiene el Real Madrid con su torneo predilecto, le preguntaron por los sentimientos que puede albergar el Liverpool en las horas previas a otro choque con el rey de la competición y dejó un recado jugoso. «Ya jugaron una final contra el Madrid en 2018, es diferente. Si te enfrentas al Real Madrid sabes que cuando juegan las finales las ganan. Ahora estoy en el lado bueno de la historia», cerró.
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