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En los últimos años, la edad media de la esperanza de vida de los españoles ha ganado terreno a la muerte. Poco a poco, hora a hora hasta pasar de los 69,1 años de principios de los años 60 del pasado siglo a los actuales 83,3 años, según datos del Instituto Nacional de Estadística. Pero, ¿qué es ser viejo? ¿Cuándo se considera vieja a una persona?
La respuesta oficial la da la Organización Mundial de la Salud (OMS) que considera una persona de edad avanzada a la que tiene entre 60 y 74 años. Desde los 74 hasta los 90 es vieja y más allá de los 90 es de una vejez avanzada. Bajo esta definición, España cuenta con 7.646.360 personas de edad avanzada, 4.633.918 viejos y 624.174 personas en vejez avanzada.
Sin embargo, estos números apuntan a ser mayores con el paso de los años al avanzar la ciencia que apunta a una expectativa de vida más larga. Las investigaciones científicas han permitido comprobar cómo las células van poco a poco debilitándose hasta provocar el envejecimiento del cuerpo humano. En ello se han centrado laboratorios de todo el mundo donde prueban todo tipo de técnicas para lograr estirar la vida con el «objetivo de mejorar nuestra calidad en los últimos años». Pero, ¿estamos preparados como sociedad?
Joaquín Sabina
En la actualidad, el edadismo, discriminación por edad, es considerado como la tercera gran forma de discriminación, por detrás del racismo y el sexismo, según la OMS. Los cálculos realizados por el organismo dirigido por Tedros Adhanom Ghebreyesus apuntan a que una de cada dos personas a nivel mundial es edadista.
Un mal que provoca que, a medida que se cumplen los años, las personas vayan desarrollando gerascofobia o miedo a envejecer, «un trastorno propio de una sociedad que premia lo joven». «Envejecer es una mierda», señalaba hace unos años Joaquín Sabina. «Ante una mayor longevidad, los españoles tenemos el reto de prepararnos y adaptar nuestro entorno para afrontar esta etapa y sus nuevas necesidades con la mayor calidad de vida posible», señala Laura López Demarbre, vicepresidenta ejecutiva de la Fundación Mutua de Propietarios.
La pérdida de autonomía, el aumento de enfermedades o la discriminación de la sociedad «aumenta la soledad en las personas mayores», según un estudio realizado por el King's College de Londres (Reino Unido) y la Universidad de Duke (Estados Unidos). «La brecha entre las expectativas y la realidad puede hacer que las personas se sientan solas», afirma Akhter-Khan, primera autora de la investigación, que se ha publicado en la revista científica 'Perspectives on Psychological Science'.
La soledad repercute no solo en el estilo de vida, sino también en el bienestar psicológico, desembocando en problemas de hostilidad, resentimiento, depresión, tristeza y ansiedad. De hecho, el 48% de españoles teme estar solo al hacerse mayor y, aunque un 44% cree que el soporte de la familia a los mayores es fuerte en España, un 27% afirma que es responsabilidad de cada persona garantizar su calidad de vida durante ese periodo, según el informe 'Los españoles ante la vejez' elaborado por la Fundación Mutua de Propietarios, en colaboración con la Universidad de Barcelona.
La población mayor de 65 años roza los 9 millones en España, un 15% más que hace una década, según los datos del Instituto Nacional de Estadística. Las proyecciones de Naciones Unidas para 2050 prevén que a nivel mundial el número de personas con más de 65 años será de 2.100 millones. Un envejecimiento poblacional que, hasta la fecha, no ha ido acompañado de un aumento de los servicios necesarios ni un cambio en las políticas actuales. «El buen envejecimiento depende de que las personas tengan unas pensiones adecuadas», señala la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su Informe mundial sobre protección social.
En este texto, datado en 2017, la OIT alertaba que la pobreza en la tercera edad «está creciendo en Europa». En España, la línea que define qué significa 'ser pobre' se encuentra en los 680 euros al mes y cerca del 15% del total de personas jubiladas en España perciben menos de 700 euros al mes en 2023, según datos del Ministerio de Seguridad Social.
El 15% del total de personas jubiladas
cobra menos de 700 euros al mes
Según la Encuesta de Condiciones de Vida elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), los mayores de 64 años sufrieron una subida de casi un punto (0,8) en la tasa Arope. En contraposición, los menores de 16 años salieron beneficiados con una bajada de un punto, mientras que el grupo que abarca desde los 16 a los 64 años bajó aún más: 2,7 puntos.
«La baja cobertura de las pensiones es un signo preocupante de falta de inversión en protección social, pero también ofrece la ocasión de fomentar el desarrollo sostenible y la justicia social», advierte la OIT en el Observatorio sobre el mundo del trabajo. La perspectiva de percibir una pensión en la vejez modifica el comportamiento de los jóvenes en el mercado laboral y en otras áreas, aumentando el crecimiento económico y reduciendo la desigualdad de ingresos.
Sin embargo, estos jóvenes aún desconocen cuándo será su edad de jubilación. «En 2050, uno de cada tres españoles tendrá 65 años o más, y por cada persona en esta franja de edad habrá solo 1,7 personas entre los 16 y los 64 años», comentaba en 2021 la Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia de la Presidencia del Gobierno.
En la actualidad, España es el séptimo país de la Unión Europea (UE) que destina una mayor proporción del Producto Interior Bruto (PIB) al pago de las pensiones públicas, en concreto un 12,7% con datos de 2019. Pero, de aquí a 2050, escalará posiciones hasta quedar en segundo puesto, sólo por detrás de Grecia. «Los escenarios demográficos de Eurostat anticipan un incremento sustancial del envejecimiento poblacional de la sociedad española durante las tres próximas décadas, lo que supondrá una notable presión al alza en nuestro gasto en pensiones», alerta el Banco de España en un informe hecho público a principios de 2023.
Pero dejaba en el aire el aumento de la edad de retiro del mercado laboral: «España ya ha establecido el incremento progresivo de la edad legal de jubilación hasta los 67 años en 2027. No es un umbral bajo en el contexto europeo, constituye un límite estático que puede quedar obsoleto a medida que aumente la longevidad». La pregunta es: ¿trabajar hasta los 75 si la esperanza de vida alcanza los 100 años? La respuesta aún no ha legado.
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Rocío Mendoza, Rocío Mendoza | Madrid, Álex Sánchez y Virginia Carrasco | Madrid
Javier Martínez y Leticia Aróstegui
Sara I. Belled y Clara Alba
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