Estas son las señales de que padeces EPOC, una enfermedad incurable 'oculta' para la mayoría

Aunque históricamente esta patología se ha relacionado con los hombres, cada vez son más las mujeres diagnosticadas de EPOC pese a que los pacientes masculinos todavía las duplican en número. Según los datos del último informe anual del Sistema Nacional de Salud, la prevalencia de esta enfermedad en la población española es de casi 50 casos por cada mil habitantes mayores de 40 años en hombres y de 21 en mujeres. Por comunidades, valencianos (47,4), andaluces (46,1) y baleares (42,1) ocupan los primeros puestos por número de casos, mientras que manchegos (16,1) y extremeños (15,3) son los menos afectados por esta enfermedad crónica, que bloquea tanto la entrada como la salida de aire a los pulmones y disminuye la cantidad de oxígeno que llega a la sangre.

La EPOC es una patología que no tiene cura, pero «que responde muy bien a los tratamientos y terapias si se diagnostica a tiempo», de ahí que los especialistas insistan en la importancia de la detección precoz para frenar su avance, tratar los síntomas y mejorar así la calidad del vida de los pacientes, «que ha mejorado muchísimo en los últimos diez años. Antes era prácticamente una sentencia de muerte. El paciente sabía que se iba a morir y además en muy malas condiciones. Y eso ahora ha cambiado drásticamente», se felicita el doctor Juan Pablo de Torres.

Uno de los principales problemas de esta enfermedad, causada por el consumo de tabaco, pero también por la exposición prolongada a productos tóxicos y la inhalación de humos y el carbón de leña, es precisamente que «la aparición de los síntomas tiende a ser lenta, por lo que miles de personas ignoran que están enfermos», lamentan en la Asociación Española de Pacientes con EPOC (APEPOC).

–¿Y cuáles son esos signos de alerta a los que se debería estar atento?

– Los principales síntomas de esta patología son sensación de falta de aire con el esfuerzo (disnea), tos y expectoración frecuentes, cansancio, pitidos en el pecho e infecciones respiratorias recurrentes. La recomendación general es que todas aquellas personas de más de 35 años que han fumado en algún momento de su vida y presentan alguno de estos síntomas acudan a su médico para hacerse una espirometría, que es una prueba muy sencilla (mide la capacidad pulmonar) que confirma o descarta si ese paciente padece la enfermedad, aconseja el neumólogo de la CUN.

Cuando la causa es el tabaco, lo primero que debe hacer el paciente es dejar de fumar. Parece obvio, ¿verdad? «Sin embargo, es la razón por la que muchos enfermos prefieren no consultar los síntomas. Saben que la primera medida que deben tomar es abandonar ese hábito», reconoce la doctora Marina Blanco, presidenta de la Sociedad Gallega de Patología Respiratoria.

Además de dejar de fumar es recomendable hacer ejercicio, «llevar una dieta equilibrada y vacunarse contra la gripe, el neumococo y también frente al covid», coinciden los especialistas. Desde el punto de vista del tratamiento farmacológico, los medicamentos más empleados son los broncodilatadores inhalados, las teofilinas y los corticoides, que no solo mejoran la sintomatología sino que también rebajan el número de infecciones respiratorias y los ingresos hospitalarios. «Los pacientes a los que se les detecta la enfermedad de manera temprana responden muy bien a este tipo de tratamientos y pueden hacer una vida prácticamente normal», señala el doctor De Torres.

Ahora bien, en caso de insuficiencia respiratoria, es decir, cuando los bronquios ya están muy obstruidos, el tratamiento más pautado es la administración de oxígeno domiciliario. «Debe aplicarse al menos 16 horas al día, incluidas las del sueño, puesto que menos tiempo no ha demostrado eficacia. El oxígeno no trata la sensación de ahogo o fatiga, pero prolonga la supervivencia del paciente. En algunos casos, también se aplica oxígeno portátil a través de una mochila de pocos kilos que perimite al paciente desplazarse sin renunciar a su tratamiento», añaden en la CUN.