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Cinco nutricionistas nos dicen qué desayunan (y cómo compensan sus 'pecados')

Cinco nutricionistas nos dicen qué desayunan (y cómo compensan sus 'pecados')

«Agua… agua bien fría, me encanta. Es lo primero que hago cada mañana, beberme un vaso grande». No es la única recomendación: hay muchas más

Isabel Ibáñez

Sábado, 9 de marzo 2024, 00:32

Si hubo un hombre que amó el desayuno ese fue el escritor Marcel Proust. Acabó otorgando a esa primera comida toda la importancia de la ingesta diaria, y no toleraba confusiones con el 'menú'; la persona encargada de llevar la bandeja para darle los buenos días debía respetar una escrupulosa rutina: «Traiga a Marcel el cruasán número 1 con su café, pero asegúrese de tener el cruasán número 2 a mano en caso de que se requiera pastelería adicional», informaban a la sirvienta.

Reproducida a diario, cualquier nutricionista consideraría esta opción poco saludable. Así que lo mejor será recurrir a ellos para conocer cuál es la mejor propuesta para empezar la jornada, preguntándoles cómo desayunan ellos y haciéndoles confesar cualquier 'pecadillo' que cometan. Todos ellos pertenecen a la Academia Española de Nutrición y Dietética.

Un vaso grande de agua fría, café con leche entera y fruta

Giuseppe Russolillo

Un vaso grande de agua fría, café con leche entera y fruta

Lo primero que se mete al cuerpo el presidente de la Academia es «agua… agua bien fría, me encanta. Es lo primero que hago cada mañana, beberme un vaso grande (350 ml). Al rato, desayuno un café con leche entera sin azúcar y fruta. No suelo tomar nada más entre semana porque estoy sentado desde las 8.30 hasta las 15 horas y de 16 a 20, la mayor parte del día. Además, si como algo más me da sueño». Esa es su propuesta diaria... a excepción de los domingos, donde reconoce su 'pecado': «Me flipa desayunar café con leche, tostadas de pan con mantequilla (tiene que ser 'President' o alguna otra de muy buena calidad) y mermelada casera, generalmente de melocotón o higo. Los domingos son algo especial, desayuno todo eso y luego me voy a caminar al monte, para compensar». Confiesa que, en realidad, este capricho viene por la añoranza de la infancia perdida... «De niño, esto mismo lo hacía en sábado; me levantaba a las 7.45 y mi padre ya tenía el café hecho. Luego yo me echaba la leche y hacía las tostadas de esa manera para poder ver 'Se ha escrito un crimen' y 'La Bola de Cristal'».

Café con bebida de almendras y copos de avena integral

Iva Marques

Café con bebida de almendras y copos de avena integral

Siempre desayuna lo mismo: café con bebida de almendras enriquecida en calcio y copos de avena integral. «Y es muy mejorable, pues, siendo como soy muy cafetera, debería separar la ingesta de café de la bebida vegetal y de la avena, porque tanto la cafeína del café como sus flavonoides afectan a la absorción y metabolismo del calcio y otros nutrientes». Sabiendo esto, Marques busca soluciones: «Intento separar la ingesta de café durante el resto del día de otros alimentos y procuro tomar fuentes de calcio en la cena».

Pan con queso y mermelada o tostada con tomate y huevo

Ingortze Zubieta

Pan con queso y mermelada o tostada con tomate y huevo

La nutricionista dice variar bastante la composición de sus desayunos: «A veces dulce, a veces salado, pero siempre con un buen café con leche entera muy cargado. Uno de mis 'pecados' es el café, y aquí me sumo a la explicación de mi compañera Iva, pues yo también lo hago así por el tema del calcio. Y siempre fruta«.

Divide sus días entre su modo dulce y su modo salado. Si está de dulce, opta por el «pan con queso fresco de cabra o requesón y mermelada con el 80% de fruta o, ahora mismo, fresas encima del queso. Si tomo mermelada, el café va sin azúcar y le añado canela, pero si son fresas, pues igual una pizca de azúcar ya cae en el café». En la medida de lo posible, intenta no añadirlo ni a las infusiones ni al yogur natural que toma a lo largo del dia.

Ingortze Zubieta suele añadir al café con leche «algo de proteína que haya sobrado de la cena: tortilla de patata, pechuga, pollo...»

¿Y si está en modo salado? «Además del café con leche, una tostada con rodajas de tomate y huevo (en tortilla o a la plancha) o algo de proteína que haya sobrado de la cena: tortilla de patata, pechuga, pollo...». Confiesa que los fines de semana se concede algo más de variedad: «Lo hago más tarde y ya se convierte casi en un 'brunch'. Añado a veces nueces, almendras, algún yogur, incluso puntualmente algo de repostería casera: bizcocho o hasta algún día especial un cruasán, como cosa muy esporádica. Pero sí, me lo como, y sin ninguna culpa además».

Café con leche (semi), tostada con aguacate y queso fresco

Paula Serrano

Café con leche (semi), tostada con aguacate y queso fresco

«Yo siempre desayuno el café con leche semidesnatada sin azúcar, odio añadir azúcar al café, me parece que sabe malísimo. Y tostadas integrales con aguacate y a veces un poco de queso (mozzarella, fresco de cabra, cottage o brie) y albahaca». En ocasiones añade una pieza de fruta, «por ejemplo, hoy he tomado media chirimoya, que me encanta».

Años atrás se decantaba por la clásica tostada con tomate, pero acabó por aburrirle. «También me dio una temporada por hacerme 'crepes' cuando tenía más tiempo para desayunar y alternaba entre dulces con fruta, canela y chocolate negro, y salados con tomate y queso».

Cuando le apetece algo dulce, cosa que no suele ocurrirle con frecuencia, opta por una tostada integral con plátano, crema de cacahuete, canela y chocolate negro 80%. También le gusta el kéfir con uvas negras sin pepitas, semillas de chía molidas («para una mejor asimilación de sus nutrientes»), canela y chocolate negro 80%. Los fines de semana desayuna lo mismo, y de manera muy esporádica, cruasán a la plancha. «Y no me preocupa que el café interfiera en la absorción del calcio, porque tomo otras fuentes de calcio a lo largo del día y solo tomo café por la mañana».

Yogur, pan integral con aceite y tomate, kiwi y huevo cocido

Ramón de Cangas

Yogur, pan integral con aceite y tomate, kiwi y huevo cocido

Su propuesta es yogur, pan integral de masa madre con aceite y tomate, kiwi y huevo cocido. Conscientemente y sin culpa puede tomar bollos, pasteles... pero sabiendo que será una cosa puntual. «Si un día peco de más con los azúcares libres, como la miel, la mermelada o el sirope, lo compenso luego con más ejercicio».

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