El lechazo se sitúa en precios superiores a los de la pasada campaña navideña

Llegados a esta época del año, uno de los debates más recurrentes es la subida de precios que suelen experimentar algunos de los productos que no faltarán en buena parte de las mesas de la región. El lechazo, el tostón o el cabrito entran, a partir de ahora, en sus semanas de mayor precio.

Al menos esta es la teoría o lo que sucede habitualmente, pero la realidad es que en este 2024, hace meses que el kilo de lechazo cotiza más alto que en las navidades de 2023.

El concepto de caro y barato siempre es muy relativo y aunque al consumidor, no en pocas ocasiones, se le haga cuesta arriba el precio, hay que tener en cuenta lo que supone para el ganadero criar cada cabeza.

Si se toma como referencia la lonja de Salamanca, esta misma semana el lechazo extra ha cotizado a 8,20 euros por kilo mientras que hace un año lo hacía a 7,40 euros. El lechazo hasta 11 kilos ha marcado en 8 euros por kilo frente a los 7,20 de 2023; el lechazo entre 11,01 y 13 kilos tiene una referencia de 7,35 euros y hace un año era de 6,65.

«Creo que hay varios factores que influyen en el precio y uno de ellos es que hay menos ganaderías y por lo tanto, menos ganado, eso es de cajón», señala José Luis Fraile, presidente de la IGP Lechazo de Castilla y León. «De IGP cada vez son menos porque la mayoría de los rebaños son de ordeño y son de razas con aptitud lechera». Para estar amparado por el marchamo de la Indicación Geográfica Protegida deben ser lechazos nacidos y criados en Castilla y León de las razas autóctonas Churra, Castellana y Ojalada «con carne tierna, jugosa y de sabor suave», recuerdan desde la IGP.

Tampoco se puede olvidar que la sequía de 2022 y 2023 afectó al sector ganadero en general y desaparecieron cabezas, «recuerda al precio que se puso la paja», añade Fraile, quien tiene la percepción de que «la gente aprecia el lechazo de IGP y cuando va a comprar, lo quiere bueno».

También considera que a lo largo de los años «se ha despreciado con el precio al lechazo, se ha estado infravalorando y no sé cómo hemos podido subsistir; el año de la pandemia fue muy malo, luego la crisis de Ucrania disparó las materias primas y la sequía ha hecho estragos».

Concluye que otros sectores como el vacuno tienen la carne a un precio «disparado».

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