Víctor Pedro Frontela Hernández | Presidente de la JAL de Rioseco

«Las juntas agropecuarias trabajamos para todos los vecinos»

Las Juntas Agropecuarias Locales nacieron en el 2000 con la entrada en vigor del Reglamento General de Ordenación de los recursos agropecuarios locales, pasando a asumir las competencias y a ejercer las funciones que en cada localidad correspondían a la antigua Cámara Agraria Local existente.

En el año 2025, las Juntas Agropecuarias Locales cumplirán 25 años de aquella refundación, siendo su presidente en la de Medina de Rioseco el agricultor Víctor Pedro Frontela desde hace quince años, como ya lo hizo su abuelo Pedro Hernández durante cuarenta. A sus 50 años, Frontela explica que la JAL se encarga de gestionar sus bienes, entre los que se encuentran 42 hectáreas de masa común provenientes de los sobrantes de la concentración parcelaria de 1963 y 1964. También gestiona las 7.800 hectáreas del coto de caza, arrendado a la Sociedad de Cazadores, y los pastos, a través de la Comisión Mixta de Pastos, Hierbas y Rastrojeras, que se adjudican a los ganaderos de ovino.

Todos estos bienes generan ingresos, a los que se suman los que llegan de repetidores de teléfonos que hay en una finca de su propiedad que, en principio, como algún año se ha hecho, se tendrían que repartir entre los 52 propietarios y arrendatarios del término municipal de Medina de Rioseco que componen la JAL, en un total de 7.000 hectáreas de secano y regadío. Sin embargo, normalmente se destinan a arreglar caminos, aun no siendo de su propiedad, arroyos y fuentes. Frontela recuerda que hace tiempo, durante cinco años, dedicaron 178.000 euros al arreglo de caminos, lo que «repercute en nosotros, pero se mejora un bien para todos los vecinos», y hace quince años destinaron 36.000 euros en arreglar todas las fuentes, porque «creemos que es un bien natural, con mucho uso en un pasado, que hay que mantener para que no se pierdan, y del que pueda disfrutar toda la gente que salga al campo». Por todo ello, Víctor Pedro Frontela destaca la necesidad de las Juntas Agropecuarias Locales «porque si no, ¿quién iba a gestionar todos los bienes?». Sin olvidar que no dependen «de la Cámara provincial, porque se paga cuando se da un servicio, según una sentencia que nos dio la razón».

La JAL dispone de un local en la calle Matadero con un centenar de metros cuadrados, que además es oficina abierta a toda la comarca desde la que una persona de forma autónoma lleva la gestión de las juntas agropecuarias locales de muchos pueblos. Hoy, fiesta de San Isidro, organizará la misa en la iglesia de Santiago y la procesión para bendecir los campos, en la que se porta a hombros hasta el puente del río Sequillo una talla del santo que fue donada por Pedro Hernández y Benita Sahagún, abuelos de Víctor Pedro. Al mediodía habrá una comida de los socios.

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