Una turista española es violada en grupo mientras viajaba con su marido por India

El ataque se produjo en Dumka, una zona remota en el Estado de Jharkhand, al norte del país, cuando el matrimonio había acampado para hacer noche con su tienda. En ese momento, y según medios locales, fueron abordados mientras dormían por «entre ocho y diez» personas. La pareja localizó a una patrulla policial en una de las carreteras principales. Denunció los hechos inmediatamente, pero como los agentes sólo podían comunicarse en hindú y ellos únicamente dominaban inglés y español, las autoridades supieron que se trataba de una violación cuando la víctima fue trasladada al Centro Médico Comunitario de Saraiyahat, en Dumka, como desveló el jefe de la Policía.

«Estamos en el hospital. Nos han asaltado en nuestra tienda, nos han golpeado, me han puesto un cuchillo en el cuello diciéndome que me iban a matar y a Fernanda la han violado siete tíos. Nos han dejado dormir en el este centro sanitario y luego nos han llevado a otra ciudad a setenta kilómetros para hacer las pruebas de ADN en otra clínica», explicó Vicente en una publicación en Instagram en la que pidió ayuda.

En la grabación se puede ver asimismo a la mujer con golpes en todo el rostro. Ella cuenta que también sufrieron un robo. «Nos ha pasado algo que no deseamos a nadie. Teníamos muy poco, su verdadero motivo era violarme. Ya os contaremos más», señaló en el vídeo.

«Es un incidente condenable y la Policía está tomando las medidas adecuadas. Los culpables no se salvarán», aseguró a la prensa Mithilesh Kumar Thakur, el ministro regional del Estado Jharkhand. La embajada de España en India ya se ha puesto en contacto con las autoridades de la región y ha enviado a personal diplomático al lugar de los hechos, como explicó un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores. La mediación se ve dificultada por el hecho de que la pareja se encuentra en una región remota del país, próxima a la frontera con Bangladés, a más de 1.300 kilómetros del consulado español en la capital.

India es considerada desde hace años como uno de los países del mundo más peligrosos para las mujeres. En sus recomendaciones de viaje, el Ministerio de Asuntos Exteriores español aconseja «extremar las precauciones». «Tras el incremento de agresiones sexuales a extranjeras se recomienda no viajar en solitario y evitar los lugares masificados o las situaciones que puedan dar lugar a roces o contacto físico con desconocidos», señala.

«Se aconseja evitar lugares poco transitados o desplazamientos de noche (evitando usar el transporte público solas, ya sea en taxi, metro o motocarro), incluso en las principales ciudades turísticas», añade. En caso de peligro, recomienda llamar a la Policía e informar inmediatamente al servicio de asistencia consular de la Embajada «para poder ofrecerle apoyo y guiarla en el proceso».

En 2022 se reportaron en India una media de noventa violaciones diarias. Sin embargo, muchas de estas agresiones sexuales no se notifican por el estigma que suelen sufrir las víctimas y también debido a una falta de confianza en la labor de la Policía.

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Tampoco suelen emitirse condenas y muchos de los casos acaban estancados en el sistema judicial del país, muy saturado. Pero, en 2012, una estudiante que fue víctima de una violación grupal y luego asesinada copó titulares en todo el mundo. Jyoti Singh, una joven de 23 años que cursaba Psicoterapia, fue forzada y abandonada dada por muerta por cinco hombres y un adolescente en un autobús en Nueva Delhi en diciembre de ese año. El caso puso en primera plana los altos niveles de violencia sexual que hay en India y dio lugar a semanas de protestas y a un cambio en la legislación, para castigar con la pena de muerte el delito de violación.

La provincia de Jharkhand tampoco escapa de esta lacra y está entre las diez con el mayor número de casos de asalto sexual junto a Rajastán y Nueva Delhi. Jharkhand tiene la tasa más alta de abusos por cada 100.000 habitantes (7,6), en comparación con sus estados vecinos de Bihar, Uttar Pradesh, Chhattisgarh, Odisha y Bengala Occidental, según el último informe de la Oficina Nacional de Registros Criminales de India.

Las estadísticas marcan un porcentaje muy reducido, menos del 2%, de víctimas extranjeras, aunque esto puede ser en parte por las dificultades de iniciar un caso policial por parte de mujeres no nacionales, en algunos casos turistas, y la desconfianza sobre las autoridades.