Un teólogo de 58 años, el sucesor de Don Bosco y el fundador de un convento, los tres nuevos cardenales españoles

Siempre en Madrid, en este tiempo estudió Moral Social en la Universidad Pontificia Comillas de Madrid y fue miembro del Consejo Presbiteral (2000-2012) y vicario episcopal de la Vicaría II (2015-2018).

Con el papado de Francisco su carrera eclesiástica despega. En 2017 le nombra obispo auxiliar de Madrid -consagrado en 2018-, ocupa un puesto dentro de la Conferencia Episcopal, en la Comisión Episcopal de Pastoral Social y en la Comisión Episcopal de Pastoral Social. En 2023, el Papa le nombra Arzobispo de Madrid y tres meses después, cardenal.

El asturiano de Gozón-Luanco, Ángel Fernández Artime juró sus votos en 1984 en Santiago de Compostela y fue ordenado sacerdote en León en 1987. Ahora, con 63 años es uno de los nuevos cardenales de la revolución de Francisco, después de asumir durante casi una década las responsabilidades de Rector Mayor de los Salesianos.

Tiene dos licenciaturas en Teología Pastoral y en Filosofía, y fue director de un colegio en Ourense, entre otras ocupaciones a comienzos de siglo. Estuvo destacado en Argentina como Superior en Buenos Aires y en 2013 regresó a España. Ya con Francisco, en 2014 el Capítulo General le eligió Rector Mayor de la Congregación Salesiana y sucesor de Don Bosco, y ahora cardenal.

Nacido en Pamplona en 1968 y estudiante del Seminario Menor de Baztán (Navarra), ha hecho la mayor parte de su carrera sacerdotal en Italia y Francia. Primero, en la Orden de los Franciscanos Conventuales en Padua (Italia) el luego en convento de San Buenaventura en Narbona (Francia), que fundó él mismo. Ordenado sacerdote en 1994, se licenció en Teología en el Instituto Católico de Toulouse (Francia).

Con Francisco ha sido delegado episcopal para el santuario de Lourdes y para la protección de menores (desde 2018) y miembro del consejo episcopal de la diócesis de Tarbes et Lourdes (desde 2020) y obispo de Ajaccio (Córcega), nombrado en 2021.

Otros cargos anteriores son el de párroco de San Buenaventura en Narbona y e Sainte-Croix en Narbonnais, miembro del Consejo Episcopal de la Diócesis de Carcassonne et Narbonne y vicario episcopal para Narbonnais-Corbières.