En busca de revistas publicadas antes de los años ochenta, Mateo Fetén explora rastros, casas de amigos, tiendas de segunda mano, plataformas de venta 'online' e incluso contenedores. «Diógenes vive en mí», confiesa Fetén. Esos papeles viejos son la materia prima de sus collages, donde ... la figura varonil aparece como elemento central, extraído de publicidades de forzudos o escenas explícitas de vetustas revistas eróticas.
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«Quiero hablar de la sexualización que hacemos sobre el cuerpo del hombre incluso en contextos que no tendrían que provocarlo, como el deporte. También quiero reivindicar la belleza de las imágenes de cuerpos masculinos en las revistas porno de los años setenta: descontextualizadas son de una poética sorprendente», asegura Fetén, uno de los siete artistas que expone en la colectiva 'Sin dobleces', organizada en CasaSur (Madrid), con motivo del Día del Orgullo LGTBI.
En ella participan creadores como Aurora Duque, que se sirve de imágenes de revistas de casi un siglo de antigüedad para recortar imágenes e intervenirlas; David Trullo, que usa la imagen fotográfica sobre cerámica en su serie 'Platos rotos'; o Lo Súper, que dialoga con las reivindicaciones LGTBI en la serie 'Evolution Kuir!', además de Alain Cugnenc, Marcelo Mendonça, Tomás Valdivieso y Fetén.
Las obras reunidas en esta muestra -que podrá verse del 23 de junio al 13 de julio- persiguen hacer llegar un mensaje «salpimentando la reivindicación política con la fiesta desde una disciplina concreta: la del collage», dice el comisario de la muestra, Javier Díaz-Guardiola, en su texto curatorial 'Cortar + (des)pegar'. «No considero que mi arte sea político, aunque sí me gusta pensar que contamina un cero por ciento», reflexiona Fetén, que acude a la exhibición con la 'Serie X'. «Reciclaje puro. Belleza sacada de la basura. Y la política del siglo XXI es medioambiental, o no es política real».
El arte de cortar y pegar puede jugar con múltiples imágenes o, por el contrario, con el minimalismo, como es el caso de Fetén. «Hay una tendencia bastante extendida de collage que logra su intención a base de superposición de elementos. Yo busco lo contrario: proyectar un mensaje con lo mínimo. Tanto es así, que durante un tiempo me obsesioné con lograr collages con solo dos recortes. Ahora mismo lo hago solo con un recorte figurativo y una mancha de color», afirma Fetén, que advierte que esta vieja artesanía puede erigirse ahora como «una reacción ante la digitalización de todo lo que nos rodea».
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