Los perros de caza provocan la división entre los socios de Gobierno

El PSOE quiere crear una legislación específica para los canes de caza, las rehalas, aves de cetrería y los animales auxiliares, en cumplimiento de la estrategia nacional de gestión cinegética. Se trata de una cuestión largamente reivindicada por los cazadores y que fue esgrimida con insistencia en las campañas electorales en Castilla y León y Andalucía, territorios en que los socialistas consiguieron malos resultados.

Los cazadores arremeten contra el proyecto del departamento que dirige Ione Belarra porque les prohíbe criar perros de caza y obliga a los dueños a esterilizar a los animales si no permanecen en el interior de la viviendas o están en contacto con otros de distinto sexo. Además, los cazadores alegan que con la nueva ley algunas especies autóctonas de perros de caza estarán condenadas a la extinción.

La postura del PSOE subleva a Podemos. Lilith Verstrynge no se anda por las ramas y acusa a los cazadores de «prácticas crueles». Tales conductas provocan un «gravísimo sufrimiento o directamente la muerte, son maltrato y merecen un castigo». Lilith Verstrynge no comprende la distinción que se hace entre perros en función de la tarea que tengan encomendada. «El maltrato es maltrato con independencia de que sea contra un perro pequeño, contra un perro de caza o contra un perro pastor», argumenta la dirigente de Derechos Sociales, que además desempeña el cargo de secretaria de Organización de Podemos.

Según la Federación Española de Caza, el PSOE se había comprometido a sacar a los perros de caza de la ley, cosa que por fin ha hecho. Para el Partido Animalista (Pacma) este alineamiento coincide con la cercanía de las elecciones municipales y autonómicas, que tendrán lugar en mayo del año que viene. El Pacma está seguro de que la sociedad española «no perdonará» a los socialistas el crear «perros de segunda».

Barones del PSOE, como el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, han apostado por desvincular la caza del proyecto de ley, en fase de tramitación parlamentaria. La petición de Page es rebatida por Podemos, que sostiene que el proyecto premia las buenas prácticas y castiga las malas que, aunque residuales, siguen existiendo. «Todos hemos visto noticias o conocemos casos de maltrato grave, de perros que mueren colgados de un árbol o de cachorros que son enterrados porque a juicio de sus dueños no sirven para la caza», denuncia Verstrynge, quien espera del PSOE una «rectificación».

Para los socialistas, sin embargo, «la realidad social y funcional del empleo de animales de trabajo, auxiliares o con función social encuentra graves problemas para su sostenibilidad y desarrollo al englobarse de forma genérica en las normativas de protección de animales de compañía». Por eso postula una legislación 'ad hoc' para canes que desarrollan actividades profesionales, como los perros policía, de rescate y caza, y que la nueva normativa se aplique solo a los de compañía.

Podemos acusa por añadidura al PSOE de haber retrasado la tramitación de la ley para que no coincidiese con las elecciones andaluzas y castellanoleonesas, a sabiendas de que les podía perjudicar por la implantación del sector de la caza en la España rural. No en balde, los cazadores han hecho causa común con las quejas de los damnificados por la despoblación, como se puso de relieve en la manifestación del 20 de marzo, en el que salieron a la calle sectores como el de la agricultura, la ganadería, la caza y la pesca.