Olatz Hernández
Miércoles, 14 de junio 2023, 12:56
La Inteligencia Artificial es una tecnología con un gran potencial: nos permite ver cómo serían nuestros líderes políticos de niños, ha servido para crear una grabación final de una maqueta inédita de John Lennon... Esta herramienta, con todo, también puede tener aplicaciones peligrosas como crear ... imágenes falsas o alterar resultados electorales. Este miércoles, el pleno del Parlamento Europeo se ha posicionado sobre la primera regulación de la Inteligencia Artificial del mundo con 499 votos a favor, 93 abstenciones y solo 28 votos en contra. La proliferación de herramientas como ChatGPT ha acelerado los planes de las instituciones europeas para limitar el uso de esta tecnología y, a la vez, establecer los parámetros para fomentar su desarrollo seguro. La negociación de esta ley continuará ahora entre los países europeos, que confían en lograr un acuerdo antes de final de año.
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La nueva normativa, con todo, no entrará en vigor hasta 2026, por lo que la Comisión Europea está tratando de poner en marcha un código de buenas prácticas voluntario para las empresas tecnológicas. Bruselas teme que este tipo de herramientas acaben en manos de «actores maliciosos», por lo que pide «salvaguardas» al sector. También quiere etiquetar los contenidos creados con Inteligencia Artificial (imágenes, vídeos, textos…) con una 'marca de agua' que permita a los usuarios reconocer su origen fácilmente. Esto serviría, por ejemplo, para identificar en un primer vistazo una imagen manipulada mediante esta tecnología.
La idea no es otra que «generar confianza y seguridad jurídica» para el desarrollo de estas tecnologías, apuntó durante el debate del martes la vicepresidenta del Ejecutivo europeo, Margrethe Vestager. Y es que la ley clasificará la Inteligencia Artificial en diferentes categorías, en función del nivel de riesgo que suponga, imponiendo mayores obligaciones a los sistemas relacionados con infraestructuras críticas, orden público y gestión de la migración, entre otros. De este modo, la Eurocámara quiere asegurarse de que solo podrán operar en la Unión Europea los sistemas que respeten los derechos fundamentales.
El Parlamento Europeo también quiere prohibir la vigilancia biométrica en tiempo real en espacios públicos y reservarla únicamente para perseguir «delitos graves», siempre bajo orden judicial. El pleno se ha opuesto así a la enmienda presentada por los Populares europeos que pedía utilizar esta tecnología para buscar a personas desaparecidas, localizar delincuentes y prevenir atentados terroristas.
El eurodiputado popular Javier Zarzalejos señaló durante el debate del martes en la Eurocámara que la regulación «cumple con los objetivos de ofrecer seguridad, facilitar la innovación y generar confianza». En ese sentido, defendió que las preocupaciones en materia de seguridad «son legítimas» y justifican el uso de estas tecnologías para garantizarla en el marco del Derecho europeo.
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Por su parte, el socialista Ibán García del Blanco apuntó durante el debate que la legislación adoptada este miércoles es «solvente» y «aborda todos los problemas que plantea la Inteligencia Artificial», poniendo al ser humano «en el centro». «Con este texto, la Unión Europea marca el camino para un desarrollo tecnológico que protege los derechos de la ciudadanía y cuida de la inversión y la innovación», subrayó.
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