España supera los 47 millones y medio de habitantes

El salto poblacional de 2022 recupera en el ritmo de crecimiento del padrón en la última década, en la que España, aproximadamente, gana medio millón de vecinos cada tres años. A fecha 1 de julio de 2022, y con datos aún provisionales, en las diecisiete comunidades y dos ciudades autónomas viven 47.615.034 personas, lo que significa que en los primeros seis meses la población española creció en 182.141 ciudadanos gracias al fuerte empuje de una llegada masiva de inmigrantes extranjeros que compensa con creces el saldo vegetativo negativo (bastantes más muertes que nacimientos).

Este aumento de la población, un incremento del 0,6% con respecto a hace un año, devuelve la demografía española a los ritmos de crecimiento previos a la pandemia y supera los leves aumentos censales de 2020 (66.000 residentes más) y 2021 (34.100 más) debidos a un ascenso notable de los fallecimientos, a un descenso de la natalidad y, sobre todo, a un saldo migratorio discreto, inferior al de años precedentes.

Con estas cifras 2022 sería el séptimo año consecutivo en el que España gana población, desde que en 2016 se paró la sangría estadística de cuatro años, iniciada en 2012, cuando España perdido casi medio millón de habitantes debido al auge de la emigración en el corazón de la crisis económica.

En aumento de casi 200.000 habitantes en seis meses se debe un saldo migratorio positivo de 258.547 personas, que el doble mejor que el registrado en el mismo período de un año antes. Este sustancial crecimiento del censo español se explica por la entrada de 478.990 inmigrantes, que suponen la mayor cifra de llegadas de nuevos residente al menos en una década. Esta recuperación de la idea de España como país de oportunidades compensó con creces el saldo vegetativo negativo, el decrecimiento natural en 75.409 vecinos causado por el fuerte aumento de las defunciones.

La inmigración es la clave para el aumento de los residentes en España desde 2015, cuando por primera vez en muchos años se registraron más defunciones que nacimientos, por el paulatino envejecimiento de la población y por la notable caída de los nacimientos, que están ya desde hace tres años en la cifra más baja desde que en 1941 se inauguró la serie histórica.

A 1 de julio, en este país residen oficialmente 5.579.947 extranjeros, 172.456 más que hace un año. Suponen ya el 11,7% de los vecinos, pese a que en esa cifra no se cuentan los nacionalizados españoles nacidos en otros países que son más de dos millones más. Los países que más ciudadanos han aportado al censo en el último semestre son Colombia, con 60.142 nuevos vecinos; Ucrania, con un saldo positivo de 48.396 nuevos residentes en territorio español en los cuatro primeros meses de la invasión rusa; Venezuela, con 31.703, y Perú, con 23.756. De hecho, el mayor aumento de residentes en términos relativos (nuevos sobre los que ya había) es, lógicamente, el de los ucranianos, con un ascenso del tamaño de la colonia en España en un 45,8%. Los extranjeros que más se marcharon del país fueron, por este orden, los rumanos (11.751), los británicos (8.381) y chinos (5.058).

El aumento poblacional del primer semestre de 2022 estuvo muy repartido. Se notó prácticamente en todo el país. Creció el padrón en catorce de las diecisiete autonomías y solo registró descensos en Castilla y León, Asturias, Extremadura y en Ceuta y Melilla. Las mayores subidas de residentes, las que duplicaron el 0,38% de crecimiento medio de todo el país en este período, fueron las de Madrid (0,82%), Baleares (0,68%), Comunidad Valenciana (0,66%) y, en menor medida, Murcia, que rozó este doble con una mejora del 0,57%. También aumentaron el número de vecinos más que la media Canarias, Navarra, Cataluña y Castilla-La Mancha.