Emerge una playa de arena blanca en la ciudad de Toledo tras las lluvias de marzo

Las borrascas de marzo que han desbordado el río Tajo a su paso por las provincias de Guadalajara y Toledo han tenido un efecto sorprendente en la capital castellano-manchega: una playa de fina arena blanca ha aparecido de la noche a la mañana en la ribera del Tajo, a la altura de los restos árabes de Las Tenerías.

Una playa natural ha emergido sobre lo que antes era un parque en la ribera del río en el que el Ayuntamiento de Toledo estaba efectuando un proyecto de renovación presupuestado en 400.000 euros. Ahora se acudirá al Consorcio de Compensación de Seguros para que haga frente a estos daños. El destrozo del parque ha devenido en atractivo turístico que toledanos y turistas están aprovechando para tomar el sol o descansar en la orilla. No así el baño que está prohibido desde el verano de 1972 por la contaminación del agua debida a los vertidos procedentes del río Jarama, afluente del Tajo, en la Comunidad de Madrid.

La explicación científica del surgimiento de esta playa la ha dado la Cátedra del Tajo, de la Universidad de Castilla-La Mancha. Según sus científicos, las continuas y abundantes lluvias de marzo -el caudal rondó los 500 metros cúbicos por segundo- han arrastrado toneladas de sedimentos del fondo al superar la corriente del agua la cota de los azudes. Por ello, los sedimentos no han quedado retenidos en los azudes y se han desplazado hacia las orillas. Al bajar el caudal ha quedado al descubierto la playa de arena blanca y fina. La conclusión de esta cátedra es que la formación de esta playa de 7.000 metros cuadrados es consecuencia de que el río ha recuperado durante unas semanas su «dinámica natural».