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El Ministerio de Educación propuso este miércoles a las comunidades autónomas prohibir el uso de los móviles por parte de los estudiantes en todos los colegios e institutos del país. La ministra Pilar Alegría aprovechó la presencia de los consejeros de Educación en la primera ... conferencia sectorial de la nueva legislatura para avanzarles que los convocará de nuevo en las primeras semanas de enero, con el fin de que traten de llegar a un acuerdo válido en todo las autonomías sobre la utilización de esos teléfonos en los centros educativos.
Alegría también adelantó cuál será la propuesta que el ministerio ponga sobre la mesa para su debate y reflexión común. Defenderá que los móviles deben quedar completamente prohibidos durante el horario escolar en los seis cursos de Primaria y que el uso de los 'smartphones' también estará prohibido como norma general en el horario lectivo en los institutos de ESO, Bachillerato y Formación Profesional (FP). La única excepción será que el profesorado los autorice en clase bajo su supervisión y solo para desarrollar contenidos pedagógicos.
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El ministerio de igual forma se compromete, añadió Alegría, a seguir trabajando en la formación digital de docentes y alumnos para lograr un uso correcto y saludable de los dispositivos móviles y para generalizar el conocimiento de los riesgos y beneficios del mismo. «Es nuestra obligación e interés lograr que los menores de edad puedan tener una relación sana y saludable con los medios tecnológicos», aseguró, aunque a renglón seguido explicó que este es un asunto que supera con creces los límites de los colegios.
Según los datos disponibles, el 75% del tiempo de uso de los móviles por los jóvenes se realiza fuera del horario escolar. El problema de la utilización excesiva de los teléfonos inteligentes por parte de los jóvenes requiere, según la titular del departamento, de la implicación y las decisiones de más instancias públicas y privadas que las meramente educativas. Por ello, comentó, «la educación no puede ser la respuesta a todo, pero sí debe ser parte de la solución».
La ministra, que señaló que su propuesta fue recibida «muy positivamente» por todos los representantes autonómicos, comentó que su objetivo es llegar a un pacto «desde la coordinación y la unidad» con todas las autonomías, que son las titulares de la ejecución de las competencias educativas. Puso como ejemplo de lo que persigue la unidad de acción lograda por ministerio y consejerías para ordenar las clases durante la parte más álgida de la pandemia de coronavirus.
Alegría también explicó que, antes de tomar una decisión, quiere extender la reflexión y el debate al resto de la comunidad educativa del país (padres, profesores y alumnos), por lo que pretende discutir el asunto con estos colectivos en el Consejo Escolar del Estado.
Tres autonomías ya tienen prohibido el uso de los móviles en los centros escolares. Son Castilla-La Mancha y Galicia, desde 2014, y Madrid, desde 2020. En la actualidad se abierto el debate en Cataluña, donde la Generalitat prepara directrices para guiar a los colegios e institutos.
Un informe de la Unesco mantiene que los móviles en las aulas distraen y perjudican el aprendizaje, pero también dificultan la gestión de las clases por los profesores porque son fuente de distracciones, alborotos e incluso instrumento para el acoso escolar. En términos semejantes se ha expresado este mes el informe PISA después de escuchar las valoraciones sobre el particular de adolescentes, profesores y equipo directivo. Solo hace un matiz, pues en la misma línea que el ministerio también defiende la posibilidad del uso pedagógico y supervisado de los móviles en secundaria porque estima que una prohibición total crearía mucha ansiedad en los alumnos y quizá más perjuicios que ventajas.
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