Un espectacular diluvio condiciona la procesión del Jesús de la Redención

La Cofradía Penintencial del Rosario ha iniciado finalmente su estación de penitencia por las calles de Salamanca. Tras media hora de incertidumbre, y pese a los temores por la inestabilidad meteorológica -una mañana marcada por la lluvia y el viento-, la hermandad ha decidido salir, confiando en que el cielo se mantuviera despejado durante la tarde, ya que el sol había dado ofrecido una tregua.

Así, a las 19:30 horas, la talla de Nuestro Padre Jesús de la Redención emprendía su recorrido procesional, portada con solemnidad por los costaleros de la cofradía, acompañada por el cortejo de nazarenos y los sones de la Banda de Cornetas y Tambores Santísima Trinidad de Palencia. El cortejo partió desde la Iglesia de San Esteban y prosiguió por la Plaza del Concilio de Trento, Calle San Pablo, Calle Felipe Espino, Rúa Mayor y Benedicto XVI.

Hacia las 20:25 comenzaron a caer las primeras gotas de lluvia, y la imagen llegó visiblemente empapada a la Catedral Nueva, accediendo por la Puerta del Obispo. Justo en el momento en que todos los integrantes del cortejo lograban entrar al templo, una intensa tromba de agua sorprendía en la ciudad charra.

La Junta de Gobierno de la cofradía se ha reunico en la SIB Catedral, tras casi una hora valorando las posibilidades; acortar el recorrido o emprender el camino de vuelta tras el cese de la lluvia. Finalmente, los cofrades han comunicado que a las 21:30 se volvera a abrir la Puerta del Obispo para continuar con la procesión con un recorrido acortado. Así, continuarán por Benedicto XVI, Rúa Mayor, Jesúshasta acabar en San Pablo.

El itinerario previsto incluía, tras la Catedral, las calles Calderón de la Barca, Libreros, Plaza de San Isidro, Serranos, Cervantes, Calle Ancha, Plaza de las Agustinas, Compañía, Rúa Antigua, Rúa Mayor, Calle Jesús, San Pablo, Plaza del Concilio de Trento y el regreso a la Iglesia de San Esteban.

Aunque el inicio estuvo marcado por la cautela y, al llevar media hora de recorrido, cayeron algunas gotas, hasta ese momento la procesión pudo desarrollarse sin contratiempos, permitiendo que los fieles y devotos contemplaran con emoción esta manifestación de fe y devoción bajo un cielo que, por instantes, pareció respetar la salida de la cofradía.

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