Bustos, propietario del vivero en venta en Monterrubio de la Armuña. José Manuel García
Negocios de toda la vida

El vivero con tres invernaderos en Monterrubio de la Armuña que busca sucesor por jubilación

Bustos, el propietario del terreno, dejará el negocio cuando acabe la campaña en agosto después de cuarenta años al cuidado de las plantas

Laura Linacero

Salamanca

Lunes, 11 de marzo 2024, 08:14

Más de cuarenta años dedicado al cuidado de las plantas. Bustos decidió en 1982 abrir su propio vivero en Monterrubio de la Armuña, a tan sólo 5 kilómetros de Salamanca y hacer de una pasión su profesión durante toda una vida. Con 30 años decidió ... emprender y en un terreno, comenzó por una nave para instalar allí sus plantas. Poco a poco, según iba creciendo el negocio, lo fue ampliando hasta completar el terreno con tres invernaderos. Ilusión y «ganas de trabajar» es lo que le animó en su momento a emprender lo que ha sido su motor de vida y ahora, que tanto su mujer como él ven próxima su jubilación, quieren encontrar una persona que continúe con esa motivación.

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Al terminar esta campaña primaveral, en agosto, Bustos está decidido a dejar el negocio y le encantaría que alguien tuviera las mismas ganas que cuando él comenzó. «Si quieren trabajar y ganarse la vida, es una muy buena opción», comenta. Con una cartera de clientes mayoristas de Madrid y Salamanca, además de particulares de Monterrubio y alrededores, Bustos deja el negocio montado y reduce los riesgos de cualquier inicio. «Yo cuando empecé no tenía clientes, no sabía dónde comprar las macetas ni contaba con proveedores y eso ahora mismo la persona que lo coja sí lo tendría», asegura.

Aunque asegurar la rentabilidad de un negocio es complicado y Bustos marca la importancia de la calidad de las plantas vendidas como factor indispensable para que funcione, reconoce que «es un negocio fácil». «Hay que intentar que quien te compra este año, el año que viene te vuelva a comprar», indica. Esa confianza que es tan fácil perder y tan difícil de ganar aunque el salmantino ha conseguido mantenerlo durante cuatro décadas y espera que se siga cultivando futuro en esas tierras que, además, generan importantes beneficios. «Da de sobra para vivir», comenta.

Desde hace unos años y ya acercándose a la idea de retirarse, Bustos y su mujer sólo trabajaban la campaña de primavera y, con ese medio año, sacaba ingresos suficientes. «Nosotros funcionamos al 50% y con eso ya ganas mucho más de lo que se gana por ahí. Pero también puedes trabajarlo todo el año, y cuanto más tiempo, más dinero, claro», apunta. Según la cuenta de Negocios Rurales de instagram que comparte algunas propuestas de la provincia, factura alrededor de 130.000 euros sólo en la campaña-primavera verano. «Por ejemplo, una pareja joven que decida apostar por esto, sería perfecto», añade.

«Funcionamos al 50% y con eso ya ganas mucho más de lo que se gana por ahí»

Un negocio a priori sencillo, que cuenta con el allanamiento de los riesgos iniciales y la confianza de que Bustos, enseñaría a llevar el negocio con éxito. «Por supuesto que lo formaría, le explicaría dónde comprar los materiales y de qué proveedores disponer», apunta. Aparentemente un negocio sin un 'pero' aunque, ¿qué hay del sacrificio?. «A una planta no hay que estar mirándola todo el rato», contesta. «En esta campaña los tiempos son más cortos pero lo importante es plantar y una vez plantas, que vaya creciendo», asegura.

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Un negocio cultivado con paciencia

Resulta curioso que la metáfora de su negocio se pueda equiparar a la vida de una planta. Nace con la ilusión de que vaya creciendo, la vas regando y aunque a veces alguna plaga pueda causar un problema, le buscas solución y sigue creciendo hasta que sale del vivero. Eso sí, a diferencia de las flores que luego vende, espera encontrar a quien quiera echar raíces en el negocio de su vida.

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