Si algo caracteriza a las noches de verano son sus fiestas con las orquestas y las numerosas verbenas que ofrecen, las cuales hacen de ese momento un recuerdo único para muchos. Esto lo consiguen con un espectáculo lleno de luz, color, música, baile y acrobacias que atraen al público y lo mantienen en pie desde el minuto uno pero… ¿qué hay detrás de esa actuación? El equipo de Vulkano Show, orquesta de Salamanca, nos lo cuenta.
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Vulkano empezó hace muchos años. Sus creadores, los hermanos Carlos y Alberto Rozas venían de otra formación y, a raíz de una serie de problemas, decidieron montar la orquesta hace unos 15 años. Con mucho esfuerzo, sacrificio y paciencia fueron creciendo desde abajo y, poco a poco, han pasado de ser 11 a 24 miembros actualmente.
En noviembre empiezan a preparar el show. Cada gira finaliza en diciembre-enero y en marzo estrenan la nueva gira. Ensayan intensivamente durante 2 meses seguidos y sólo tienen vacaciones durante el mes de noviembre. La temporada más fuerte es la de verano con julio, agosto y septiembre llenos de actuaciones. En total completan unas 120 actuaciones cada año. «Todo este esfuerzo se ve compensado con los buenos resultados obtenidos que hacen que el trabajo merezca la pena», apunta Carlos Rozas, creador de la orquesta.
• «Past & Future» 2024
Para escoger la temática de este año, 'Past & Future' decidieron darle una vuelta al tema de la inteligencia artificial y, dado que el concepto de espectáculo evoluciona muy rápido hacia el futuro, la intención de esta temática es incluir en cada popurrí un guiño al pasado con canciones que todo el público conozca y pueda cantarlas y bailarlas. Algunos grandes pueblos de Salamanca han tenido la oportunidad de ver este año el espectáculo de Vulkano como Guijuelo y Santa Marta de Tormes. Además, el 27 de septiembre actuarán en Santiz.
Carlos Rozas
Creador Vulkano Show
«El show está casi más atrás que de cara al público». El creador afirma que las actuaciones llevan muchísimo trabajo detrás en cuanto a ensayos de coreografías, montaje y producción de sonido e iluminación, vestuario para cada canción, y llevar al milímetro el tiempo que está cronometrado adaptado a las 3 horas de duración del espectáculo. «Tres horas en las que la gente es imposible que se aburra porque no para de ver estímulos».
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«Es un trabajo como cualquier otro, con su sueldo y sus vacaciones. Trabajas muy intensamente en el verano pero en el invierno tienes tiempo libre». La vida en la carretera es la peor parte de este trabajo y lo que peor lleva el equipo ya que son muchas horas de viaje, aunque intentan que no haya muchos saltos de un sitio a otro. Aún así, Carlos asegura que en verano viajan a lugares como Valencia con playa y se trabaja de otra manera. «Te da vida, trabajas en lo que te gusta y de cara al público te sientes valorado». Indica que la clave es concienciarse de que durante unos meses estás fuera de casa.
Carlos cuenta que en una ocasión se les rompió un motor del telón y era imposible arreglarlo en el directo, dado que se tarda mucho tiempo, y tenían dos opciones: suspender la actuación o subir arriba y cortar a mano los telones. Optaron por lo segundo y la gente les aplaudió. «Ante cualquier tipo de problema hay que estar preparado porque nunca sabes qué puede fallar».
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Otro aspecto positivo que destaca es el gran número de anécdotas y buenos recuerdos que se lleva con el grupo. Relata que para una actuación en Santurce (Vizcaya) compraron una barca hinchable y él se subió por encima del público hasta que se dio la vuelta y cayó al suelo. «Son cosas que te llevas y todos tenemos ese punto de locura que este tipo de show requiere. Hay que ser muy trabajador, artista y tener ese punto de locura que en el escenario y el directo es lo que gusta».
Yaiza
Cantante Vulkano Show
Yaiza es una de las cantantes de la orquesta desde hace tres años. Lo más importante para ella y lo que más le llena además del trabajo en sí es el tener un buen grupo de compañeros y una buena relación con ellos. Durante los meses más flojos en invierno, se organiza de tal manera que, al no haber tantas actuaciones, lo compagina con otro trabajo y mientras aprovecha a ensayar la voz. Luego, en los meses de verano su vida es la orquesta. «Es un trabajo que te tiene que gustar mucho, ya no sólo a nivel artístico si no con todo lo que conlleva porque es duro, como los viajes día tras día, trabajar de noche… No sólo es lo bonito de ver a toda la gente escuchándote y haciendo lo que te gusta».
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La artista señala que lo más positivo es que aprende mucho de la vida en general y ve como mejora a nivel personal y profesional. «Siempre quieres más, no me canso nunca». La parte más negativa para ella es la noche y la carretera, sobre todo cuando son más de tres horas, aunque asegura que al final una se acostumbra a viajar.
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