Temperaturas por encima del umbral de riesgo disparan la mortalidad por calor en Salamanca

Laura Linacero

Salamanca

Miércoles, 31 de julio 2024 | Actualizado 01/08/2024 14:01h.

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El primer mes del verano parecía que el calor no terminaba de arrancar: lluvias, valores por debajo de lo normal y noches frías. De hecho, durante esas primeras semanas de la temporada estival se registraron de media tres grados menos que el pasado año. El anuncio de la Agencia Estatal de Meteorología como uno de los veranos más cálidos de la historia parecía no afectar a la provincia, sin embargo, a mediados de julio las temperaturas comenzaron a ascender hasta llegar al pico en la primera ola de calor del verano.

El mapa de la provincia se teñía de rojo y los termómetros ascendían hasta los 40 grados en algunos municipios de la provincia. Prácticamente todo el territorio superaba el pasado miércoles el umbral de riesgo para la salud, declarado en Salamanca en 35 grados -sólo cuatro municipios conseguían esquivar este límite-. Los días posteriores, a pesar de que las temperaturas descendieron, aún buena parte de las localidades superaban el umbral. Se sumaban así tres días consecutivos con temperaturas más elevadas de lo que se considera seguro para la salud en buena parte del territorio salmantino.

En esta última semana, desde que comenzara el calor más asfixiante, ni un sólo día la capital ha conseguido alejarse de ese umbral. Siete jornadas alcanzando los 35 grados y noches tropicales con temperaturas por encima de los 20 grados. Las previsiones no indican un descenso inminente de las temperaturas y, a pesar de que este lunes buena parte de la provincia ha conseguido descender esos valores, un nuevo aviso por altas temperaturas prolonga en Salamanca la ola de calor.

Precisamente estas temperaturas elevadas y unas previsiones igualmente calurosas, ponen a aquellas personas más vulnerables en jaque por el exceso de calor. El Instituto de Salud Carlos III trabaja un modelo predictivo que estima el riesgo de mortalidad por calor en función de la edad y el sexo de la población. En el caso de Salamanca, se sitúa como una de las provincias con una probabilidad más alta de muertes atribuibles a la temperatura.

Según este estudio, la provincia salmantina tiene un riesgo moderado de mortalidad atribuible a la temperatura. Estos últimos días, las jornadas del 29 y el 30 de julio el riesgo ha aumentado hasta el 46%, sin embargo, se espera que para los próximos días se alivie ese umbral. Para llegar a esta conclusión, la temperatura no es el único factor que tiene en cuenta sino también el perfil poblacional. Las tres provincias de Castilla y León más afectadas tienen una población especialmente envejecida.

El riesgo moderado que experimenta Salamanca se debe a una probabilidad de exceso mortalidad atribuible a temperatura entre el 40% y el 60%. Por encima de esta categoría, el riesgo alto se experimenta cuando este porcentaje sube por encima del 60%.

Junto con Salamanca, dentro de Castilla y León, se encuentran Burgos (43% el 1 de agosto) y Palencia (65% el 30 de julio). A mayor porcentaje, más posibilidades hay de que se produzcan fallecimientos a consecuencia del calor. De hecho, en Salamanca, son siete las muertes atribuibles a las temperaturas en estos últimos seis días. De las 58 defunciones notificadas, el 12% de los fallecimientos se relacionan con un exceso de calor. Durante el mes de julio, este valor ha ascendido a 10 fallecimientos atribuibles a temperatura. Por tanto, durante esta ola de calor se han producido el 70% de los fallecimientos por calor del mes.