Salamanca espera erradicar el brote de lengua azul a mediados de diciembre

En este contexto, los responsables políticos de la consejería de Agricultura y Ganadería en la comunidad autónoma han explicado ante los medios de comunicación que «desafortunadamente ha aparecido en la provincia de Salamanca este caso, pero ya hay unos protocolos establecidos a nivel nacional», y la aparición de esta enfermedad en zonas limítrofes a Salamanca «es algo habitual», como es el caso de Extremadura, ha asegurado el viceconsejero de la cartera que dirige el partido VOX en Castilla y León.

Según Medina, '«esta es una zona libre, pero por lo que sea, por las temperaturas altas, o por el movimiento de los mosquitos, la lengua azul ha aparecido en una explotación de ovino» de la provincia. Del mismo modo, ha lanzado un mensaje para pedir que los ganaderos vacunen a sus ejemplares. «Los protocolos de enfermedades hay que cumplirlos. Esas medidas están expuestas para intentar evitar que se siga propagando la enfermedad. El protocolo establece que hay que decretar como zona restringida un área de 50 kilómetros de radio, que es lo que se ha hecho».

El político ha incidido en la explicación de lo que esto supone. «Son cinco áreas veterinarias; Salamanca es una provincia muy ganadera y eso provoca, evidentemente, que haya muchas dudas entre los profesionales respecto al protocolo, pero el caso se detectó el viernes y hoy, martes, ya se está vacunando. Estamos vacunando de inmediato, y lo seguiremos haciendo lo más rápido posible», ha insistido.

En lo que respecta a quién está realizando el proceso, desde la Junta explican que lo está llevando a cabo la empresa que realiza la campaña de saneamiento, pero también los veterinarios oficiales, e incluso algunas cooperativas ganaderas están ofreciendo a sus propios veterinarios para vacunar lo más rápidamente posible.

El viceconsejero ha recordado que la enfermedad no afecta en ningún caso a los humanos, para evitar alarmismo innecesario, y también que en el caso del ovino se necesita una dosis de vacunación para que el animal pueda estar libre, y en el caso del vacuno son necesarias dos dosis, con una separación de 21 días entre cada una de ellas. Medina ha zanjado el asunto esperanzado: «en un mes, dejar de hablar de lengua azul, sería un éxito; lo sería dejar de hablar de ello, y hablar de que los lechazos suben de precio y se comen en Navidad».

Respecto a las reticencias de algunos ganaderos sobre la vacunación obligatoria para sus animales, el viceconsejero Medina las ha tachado de «pequeño calentón del momento». La mayor parte de ganaderos, «que son muy profesionales, van a reaccionar al contrario y van a demandar dicha vacuna. El que tenga animales para darles salida va a querer, cuanto antes, vacunarles», ha concluido.