Nadie quiere construir el Puerto Seco de Salamanca

El motivo es más que preocupante. Ninguna empresa constructora acudió al primer proceso de licitación abierto por el Ayuntamiento, por lo que ya en agosto de este año se hablaba de «licitación desierta» y el propio alcalde anunciaba una revisión del proyecto y del contrato para hacerlo más atractivo económicamente a las empresas.

El constante incremento del precio de los materiales de construcción hizo que los 13,17 millones de euros por los que se licitaban las obras no atrajesen a las constructoras, y como ya ha pasado con muchos proyectos promovidos por administraciones públicas, ninguna se atrevió a dar el paso de asumirlas, convencidas de que acabarían con pérdidas.

El nuevo proyecto del Ayuntamiento incrementa en 2,6 millones de euros el presupuesto de licitación del ansiado Puerto Seco de Salamanca al elevarlo hasta los 15,78 millones.

Se trata de un incremento notable, de aproximadamente un 20%, pero eso no garantiza que ahora el proyecto sí sea atractivo para unas constructoras que cifran en más de un 40% el incremento medio del precio de los materiales que utilizan en este tipo de proyectos.

Pese a ello, hay cierta confianza en que esta segunda licitación sea la definitiva y que de una vez por todas la joya de la corona del proyecto en el que se basa el cambio de modelo productivo de la ciudad y su área de influencia empiece a ser una realidad después de más de 20 años escuchando el término «Puerto Seco», un concepto casi desconocido por la mayoría de los salmantinos.

En Zaldesa consideran que la licitación nula previa no es más que un pequeño tropiezo y que, tras ajustar los precios a la realidad actual, antes de que acabe el año, el contrato estará adjudicado.

Y es que fue nada menos que en 2001 cuando se empezó a hablar de la construcción de esta plataforma intermodal. Tres años después, el 9 de julio de 2004 concretamente, el entonces consejero de Fomento, Antonio Silván; el alcalde de Salamanca en aquella época, Julián Lanzarote, y los presidentes de los puertos marítimos portugueses de Aveiro y Leixoes (Oporto) firmaron un protocolo de colaboración para la constitución de un puerto seco en Salamanca.

Desde entonces y hasta mediados de este mismo año..., nada de nada. Muchos encuentros, muchas buenas palabras, pero nunca se supo dar con la tecla del formato con el que debía desarrollarse el proyecto hasta que, finalmente, el Ayuntamiento, con la ayuda financiera de la Unión Europea y el apoyo de la Junta, decidió desarrollarlo directamente. De momento, tampoco ha tenido suerte a tenor de lo sucedido con la licitación.

El resultado final, cuando por fin las obras arranquen, será una infraestructura que se antoja vital para el desarrollo de una gran zona industrial en el entorno de la capital y la localidad de Doñinos, y que aspira a convertirse en el motor económico de toda la provincia. Básicamente, el Puerto Seco permitirá la entrada directa de trenes de hasta 750 metros de longitud, el máximo permitido por la Unión Europea, en varias de las futuras cinco vías. Contará con dos vías tanto para recepción de mercancías como la expedición de las mismas. Habrá también dos vías más para carga y descarga de contenedores y otra para carga y descarga de graneles.

Salamanca ha diseñado está importante infraestructura «con unos objetivos ambiciosos, pero a la vez asumibles», según sus promotores, que permitirán a la plataforma convertirse en un emplazamiento clave para reducir la congestión de los puertos marítimos. Además, las instalaciones del centro logístico, aspiran a captar el 22 % de las exportaciones y el 30 % de las importaciones de Castilla y León.

Por otra parte, no hay que olvidar que en la zona en la que se desarrollará el Puerto Seco ya existen tres infraestructuras en funcionamiento. El Centro de Transportes de Mercancías, con más de 20 empresas instaladas, lo que genera una mano de obra directa superior a 250 trabajadores, e indirecta de unos 600. El Centro Aduanero, con status de Operador Económico Autorizado. Y finalmente, el Polígono Agroalimentario, que agrupa el Mercado Mayorista de Mercasalamanca, que a su vez integra un espacio específico para desarrollar Logística del Frío, y una zona de actividades complementarias con cerca de medio centenar de empresas, generando más de 220 empleos directos, y un movimiento de 170.000 vehículos al año.