

Secciones
Servicios
Destacamos
El problema de la despoblación es uno de los grandes retos a los que se enfrenta buena parte de la España rural, y entre esas provincias también se incluye Salamanca. A medida que los jóvenes emigran en busca de oportunidades laborales y más servicios de los que disfrutar, muchos pueblos van quedando extremadamente vacíos, con una población cada vez más envejecida y una actividad económica en declive que, en muchas ocasiones, se basa en poco más que la agricultura y la ganadería. Pero esta tendencia no es nueva, sino que lleva décadas produciéndose.
Noticia relacionada
Desde mediados del siglo XX, cuando comenzó el éxodo rural hacia las ciudades en busca de trabajo en la industria y los servicios, los municipios de la provincia de Salamanca han ido perdiendo habitantes de manera progresiva. A día de hoy, y según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), más del 75% del territorio salmantino se considera un «desierto demográfico», ya que cuenta con una densidad de población inferior a diez habitantes por kilómetro cuadrado. Y en algunas zonas esta cifra es aún más alarmante, bajando de los tres habitantes por kilómetro cuadrado, lo que hace que Salamanca esté en una situación de despoblación más extrema que incluso en algunas regiones de Siberia.
Sin embargo, en los últimos años han surgido algunas iniciativas que buscan revertir esta tendencia y devolver la vida a las zonas rurales de la provincia de Salamanca: programas de apoyo al emprendimiento rural, incentivos para la instalación de nuevos residentes, recuperación de viviendas abandonadas para alquiler a bajo coste o la mejora de la conectividad digital son algunas de las estrategias que están dando resultados positivos. Aun así, queda mucho por hacer para revertir una tendencia que, si no se actúa con rapidez y determinación, podría llevar a la desaparición de numerosos pueblos salmantinos en las próximas décadas.
Uno de los principales problemas para atraer y mantener a la población joven en los pueblos de Salamanca es la falta de empleo. La economía de muchas localidades rurales sigue dependiendo en gran medida de la agricultura y la ganadería, la mecanización del campo ha reducido la necesidad de mano de obra, los precios de los productos agrarios son cada vez más inestables y la competencia con grandes explotaciones y mercados internacionales hace que muchas pequeñas y medianas empresas del sector no sean viables a largo plazo. Y a esta falta de oportunidades en el sector primario se suma la escasez de industrias y empresas que puedan absorber a la población activa.
Para intentar combatir esto, hay algunos pueblos en los que se han impulsado una serie de programas de emprendimiento rural que facilitan la creación de negocios. Uno de esos municipios es Aldea del Obispo, que hace unos meses decidió unirse a la plataforma 'Holapueblo' para expandir sus oportunidades laborales. Con tal solo 275 habitantes, ofrece varias opciones para empresarios y emprendedores como su albergue o huertos para alquilar, e incluso ofrece áreas de oportunidad de emprendimiento en el sector del turismo, las actividades de ocio, el teletrabajo o las actividades deportivas. Además, hay algunos otros municipios como La Vellés, Villamayor o Santa Marta que ofrecen empleos públicos en mantenimiento, hostelería o limpieza.
Otro factor clave es la vivienda, ya que la falta de oferta habitacional asequible y en buenas condiciones es un obstáculo importante para quienes quieren instalarse en los pueblos de Salamanca. Muchas de las casas en el medio rural han quedado abandonadas con el paso de los años, lo que ha llevado a su deterioro y, en algunos casos, a su ruina total. Y a esto se le suma que, debido a la emigración de las generaciones más jóvenes, muchas viviendas quedan vacías porque sus propietarios han fallecido o porque los herederos no tienen ningún tipo de interés en utilizarlas.
Con lo cual, una de las soluciones a este problema tiene que ver con los programas de recuperación de casas antiguas que, con el apoyo de subvenciones públicas y en colaboración con los propietarios, permiten su reforma para ser ofrecidas a precios asequibles a nuevos pobladores. En lo que llevamos de este 2025, se ha decidido que se van a rehabilitar más de 90 viviendas rurales gracias al programa 'Rehabitare' de la Junta de Castilla y León, lo que conlleva una inversión de, aproximadamente, 6 millones de euros. Y algunos pueblos de Salamanca como Machacón, Ciudad Rodrigo y Peñaranda ya se han unido a esta iniciativa.
La conectividad es, a día de hoy, un elemento clave para el desarrollo de las zonas rurales y una herramienta fundamental para combatir la despoblación ya que, en un mundo cada vez más digitalizado, el hecho de disponer de una conexión a internet rápida y estable es imprescindible tanto para la vida cotidiana como para el ámbito laboral. Y aunque en los últimos años se han llevado a cabo varias mejoras en la infraestructura digital de muchos pueblos de Salamanca como es el caso de la fibra óptica, todavía existen algunas zonas con problemas de acceso a internet, lo que supone una desventaja para quienes quieren desarrollar su vida en estos municipios.
Para que la conectividad se convierta en un verdadero motor de cambio, es necesario continuar con la expansión de la fibra óptica y mejorar la infraestructura tecnológica en todos los municipios. Además, es importante que las administraciones apoyen estas iniciativas que fomentan el uso de las nuevas tecnologías en el ámbito rural como la creación de espacios de coworking, la formación en competencias digitales y las ayudas para digitalizar los negocios locales. De esta manera, garantizar una buena conectividad en los pueblos de Salamanca no solo facilitará la llegada de nuevos habitantes, sino que también permitirá a los actuales residentes acceder a más oportunidades laborales y mejorar su calidad de vida.
El turismo rural también se ha convertido en una fuente de ingresos para muchos municipios de Salamanca debido a que el interés por el turismo de naturaleza, el ecoturismo y las experiencias auténticas ha crecido de manera significativa. Además, el auge del senderismo y las rutas en la naturaleza ha sido clave en este proceso, por lo que Salamanca cuenta ya con numerosos parajes de gran valor ecológico como la Sierra de Francia, Las Arribes del Duero o el Parque Natural de las Batuecas, donde se han habilitado rutas señalizadas que permiten a los viajeros explorar la riqueza paisajística de la provincia.
A su vez, la apuesta por el patrimonio cultural ha convertido a algunos pueblos en focos turísticos. Municipios como La Alberca, Ciudad Rodrigo o Ledesma han sabido poner en valor su historia, su arquitectura tradicional y su gastronomía, ofreciendo una experiencia diferenciada a los visitantes. Esto ha impulsado la apertura de casas rurales, hoteles con encanto y restaurantes que apuestan por productos locales, generando empleo y dinamizando la economía. Además, la recuperación de fiestas y tradiciones populares ha desempeñado un papel fundamental en la revitalización del turismo rural. Las ferias medievales o los mercados artesanales han conseguido atraer tanto a turistas como a antiguos habitantes que han decidido regresar a sus pueblos de origen.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.
Reporta un error en esta noticia
Debido a un error no hemos podido dar de alta tu suscripción.
Por favor, ponte en contacto con Atención al Cliente.
¡Bienvenido a SALAMANCAHOY!
Tu suscripción con Google se ha realizado correctamente, pero ya tenías otra suscripción activa en SALAMANCAHOY.
Déjanos tus datos y nos pondremos en contacto contigo para analizar tu caso
¡Tu suscripción con Google se ha realizado correctamente!
La compra se ha asociado al siguiente email
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.