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La provincia de Salamanca cuenta con innumerables tesoros de todo tipo y quizá algunos de los menos conocidos sean los castillos. Nada menos que 65 localidades salmantinas cuentas con estas construcciones en sus poblaciones, algunas incluso tienen dos como Alba de Tormes con el Alcázar o el Castillo de los Duques de Alba, aunque algunos de los más conocidos y los que nunca deben faltar en un ruta de castillos por Salamanca, son los siguientes.
Ubicado en la zona sureste de Miranda del Castañar, en pleno centro de la localidad, el Castillo de los Zúñiga o de los condes de Miranda del Castañar. Data de los siglos XIV y XV por el conde don Pedro Estunyga, probablemente sobre un castillo anterior del siglo XII. En la actualidad, pertenece a manos privadas tras la donación a la Villa realizada en 1954 por Cayetana Fitz-James Stuart, duquesa de Alba.
La muralla data de 1213, fecha de repoblación de la villa, y está construida sobre una anterior de menor envergadura. Alcanza alturas superiores a los 7 metros en algunas zonas (en San Ginés llega a los 10), y su espesor medio es de dos metros. Tiene cuatro puertas, orientadas según los cuatro puntos cardinales. Las puertas este y sur están protegidas por el castillo y la iglesia, respectivamente. El castillo, sede civil y militar del condado de Miranda, fue fundado por Don Pedro de Zuñiga a principios del XV. La planta es trapezoidal, rematada en las esquinas por sólidos cubos cilíndricos en los que se abren troneras y saeteras. La torre principal presenta un remate amatacanado, con ménsulas lobuladas muy próximas. s uno de los que mejor se conservan.
A principios del siglo XVI se construye la barrera para artillería que rodeaba el castillo. Atribuible su construcción al rey castellano Enrique II, aunque con anterioridad ya existió un castillo en esta importante plaza fuerte fronteriza con Portugal, país con el que mantuvo pleitos y guerras.
Es de estilo gótico militar y consta de una gran torre del homenaje, distribuida en tres plantas. En lo alto está rematado por un parapeto de almenas, que se completa con una muralla y torres de defensa.
En la actualidad, alberga un Parador Nacional de Turismo. Es posible la visita, incluso para no alojados, a los jardines, torre del homenaje, restaurante y cafetería.
La localidad, integrada dentro de la comarca de la Sierra de Béjar, alberga un castillo medieval, el Castillo de San Vicente. Su origen se remonta al siglo XIII, probablemente construido por el infante don Pedro o por su hijo don Sancho, aunque el conjunto actual parece haber sido construido en los siglos XIV y XV. Concluyó dos siglos después pero también tuvo reformas más tardías que le dieron un aire más palaciego que militar, convirtiéndolo en una de las más bellas fortalezas de Salamanca.
En tiempos romanos, Montemayor pertenecía a Mérida y durante el periodo islámico, al Reino de Badajoz. Fue durante el reinado de Alfonso VI cuando pasó a formar parte de Castilla y León.
Cuenta con seis torres de las cuales cuatro son cuadradas y las dos restantes son semicirculares, está rodeado por una simple muralla que cuenta con puerta hacia el oeste, para la defensa de un puente.
En la actualidad, alberga el Centro de Interpretación del Medievo. Está declarado Bien de Interés Cultural y Patrimonio Histórico de España.
Data del siglo XV, cuando ya era un palacio fortificado, y recientemente ha sido rehabilitado y musealizado y acoge al Centro de interpretación y recepción de visitantes de la Reserva de la Biosfera de las Sierras de Béjar y Francia. Perteneció al obispo de Salamanca y fue declarado Bien de Interés Cultural en 1949.
En la torre del castillo se ha construido un mirador privilegiado sobre ambas sierras y el caserío de San Martín del Castañar. Estaba compuesto por dos torres cuadradas, una derruida, y la otra alta y con almenas, unidas entre sí por un cuerpo de habitaciones. De la llamada «torre vieja», la meridional, queda la parte inferior de sus cuatro muros, con un vano cerrado por arco de ladrillo. De la «torre nueva», la septentrional se conservan dos lienzos con restos de la almenas, estando caídos los otros dos; hay varias ventanas abocinadas al interior. Entre ambas torres había un cuerpo de habitaciones, conservándose sólo parte del muro meridional, que unían ambas torres y creaba otro cerco interior.
Conocido como 'La Fortaleza', es una de las construcciones más emblemáticas del Conjunto Histórico de Ledesma. Es originario del siglo XII, que fue declarada Bien de Interés Cultural en el año 1949. Fue mandado construir por Fernando II de León. Sobre ese castillo se construyó el castillo actual, que data del siglo XV. Es propiedad del Ayuntamiento de Ledesma.
Es de planta trapezoidal. Cuenta con dos torres en la portada sur (una troncónica y otra poligonal); en el norte se encuentra la base de la torre del homenaje y en la puerta oriental. La puerta principal tiene un arco gótico.
La localidad, fronteriza con Portugal, alberga este castillo que data del siglo XIII, mandado construir por el rey portugués Don Dinis, aunque adoptó su forma definitiva en el siglo XV. Ubicado en uno de los extremos del casco urbano, cuenta con un diseño irregular que se adapta a las peculiaridades del terreno.
Destaca la magnífica torre del Homenaje, que se puede observar desde numerosos puntos de los alrededores. Distribuida en tres plantas, su interior alberga el Aula Histórica de la villa y una exposición didáctica sobre las Fortificaciones de Frontera. Recientemente cuenta con una nueva musealización para completar la oferta turística del municipio.
Pertenecía a los Duques de Alba y pasa a manos de los militares en la Guerra de la Independencia. Como cuenta el ayuntamiento en su web, en 1924 lo compra otro vecino, Ángel de Dios, con la ayuda de un hermano que estaba en Puerto Rico. En 1954 le ofrecen 14 millones de pesetas unos norteamericanos para llevárselo y construirlo en América, pero no acepta la oferta. Le propone que por la mitad del dinero lo restauren donde está, pero no quieren. Ángel de Dios fallece y pasa a manos de sus dos hijos, de los cuales actualmente vive uno, que es el actual propietario, Francisco de Dios Manchado, el cual lo ha cedido desinteresadamente al Ayuntamiento de San Felices.
Su nacimiento como castillo estuvo unido a la construcción de las murallas que, aunque mermadas en el siglo XIX, todavía hoy conservan algunas torres cuadradas y redondas y parte de su perímetro. El primitivo castillo tenía planta rectangular con torres en los ángulos y las referencias al mismo se encuentran a finales del siglo XIII.
Se levantó en el siglo XVI sobre los restos de una alcazaba árabe, por encargo de los señores de Zúñiga. En la fachada exterior, que da a la plaza mayor, destacan los torreones cilíndricos y las torres. En el interior se halla un patio irregular con arquerías en sus dos pisos, donde aparecen los escudos de los señores del palacio. El conjunto se completa con una escalera noble, dotada también de arquería, y una magnífica fuente denominada, por su decoración, como de la Venera.
Su origen se sitúa entre los siglos XII y XIII. Se construyó por motivos defensivos, para controlar la ruta que unía Ávila con Ciudad Rodrigo. En 1393, Enrique III concede el señorío del Puente del Congosto a Gil González Dávila, el cual reconstruye el castillo, que sería posada de reyes. El duque de Alba compró el castillo al emperador Carlos en 1539, añadiendo a la torre rectangular el gran cubo que dota al edificio de mayor singularidad.
Diversos avatares la adscribieron a la orden de Calatrava y, tras la guerra de las Comunidades, quedó ligada a la Casa de Alba. Actualmente es de propiedad privada (se utiliza incluso para albergar bodas). El castillo tiene forma hexagonal irregular, con un cubo en un extremo de la cerca y un gran patio de armas que da el acceso al recinto interior. En su perfil destaca la Torre del Homenaje, distribuida en cuatro plantas, que culmina con la terraza superior; desde allí se obtienen magníficas vistas de este conjunto plenamente medieval. La parte más alta está rematada de almenas con matacanes. Declarado en 2019 como Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico.
Se encuentra ubicado en la margen izquierda del río Tormes y tiene un carácter defensivo y de control estratégico del paso del puente sobre el río.
En el sureste de la provincia de Salamanca, a 62 km de la capital provincial, el castillo de Monleón está situado sobre un promontorio rodeado por dos ríos que le servían de foso natural, y en una esquina de la muralla de la localidad, cuenta con una enorme y esbelta torre de 37 metros de altura. Pese a haber constancia de haber sido poblado desde muchos siglos antes, la villa no alcanza su mayor esplendor hasta al siglo XII, cuando se convierte en puesto fortificado.
El actual castillo data del siglo XV -está construido sobre uno anterior, se cree del siglo XII-; la torre de 37 metros de altura, restaurada por sus propietarios, posee cinco pisos, de ellos dos con forjado de madera. Cerca de la torre quedan vestigios de habitaciones y de una primera puerta en arco redondo. Lo más sobresaliente de este castillo es su torre del homenaje. Monleón estuvo amurallada desde su repoblación a finales del siglo XII. Es de propiedad privada.
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