El icónico restaurante del Seat 850 en un pueblo de Salamanca que se resiste a cerrar

Durante décadas, el Casarito, un pequeño anejo de Nava de Francia, fue uno de los puntos neurálgicos del la hostelería de la provincia. A las faldas de la Peña de Francia y a un paso de La Alberca era un lugar idóneo y aquirió una gran fama. Allí se concentraban media docena de establecimientos diferentes que jalonaban el paso de la carretera de la Sierra (SA-201) y que gozaron de las mieles del éxito, hasta su declive. Ahora, todavía hay quien propone revitalizar el lugar haciéndose con uno de sus emblemas: el bar-restaurante Marchena.

Para los habituales de la sierra, decir que se trata del estableicimiento a la salida del término, dirección La Alberca; si decimos que es el que tiene un antiguo Seat 850 parado a su puerta no tiene pérdida. Lleva allí décadas y es uno de sus símbolos, a pesar de que el local lleva cerrado años.

Fue uno de los primeros en cesar su actividad, algo que ha acabado pasando con todos los demás. Este final de verano se ha despedido el último asador del Casarito que gestionaba un matrimonio y que lo dejan por jubilación. Sin embargo, en el horizonte aparece alguna esperanza. No sólo se anuncia una nueva gestión para Los Robles, otro de los clásicos, sino que el antiguo Marchena está en venta.

Es uno de los últimos anuncios que aparece en las redes sociales de la plataforma Negocio Rural, iniciativa de la Diputación de Salamanca que busca un relevo a numerosos negocios para que no se pierda actividad y servicios en la provincia. La iniciativa tiene por objeto poner en contacto a titulares de actividades económicas de la provincia a punto de cerrar para encontrar relevo a negocios de todo tipo que amenazan con el cierre.

Se anuncian multitud los bares y restaurantes anunciados, pero también aparecen muchas actividades primarias relacionadas con el sector agroalimentario y, también, negocios de raíz industrial.

En este caso, se anuncia lo que fue el hotel, bar y restaurante Marchena en El Casarito. Se trata de un complejo de cuatro edificios unidos y comunicados entre sí. Parte se encuentra en buen estado y otra necesita una reforma por los años que tiene.

Incluye bar, cocina, bodega, almacén, dos comedores con cabida para 200 personas, habitaciones para alojarse, un local en bruto, almacenes y un solar. Se trata de una zona muy turística de la Sierra de Francia, en una carretera de paso, a las faldas de la Peña de Francia y a cuatro kilómetros de La Alberca, en un rico entorno natural. Se vende todo junto o separado por jubilación.

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