Las exportaciones récord de Salamanca a Estados Unidos, pendientes de Trump y sus aranceles

Unos 30 millones de euros de Salamanca pendientes de lo que decida en próximas fechas el nuevo presidente de Estados Unidos, el controvertido Donald Trump. El dirigente ha vuelto a amenazar con nuevos aranceles generalizados y eso pone en peligro a las exportaciones españolas, entre ellas claro está las salmantinas.

Además, coincide este anuncio con que nunca antes había exportado tanto Salamanca al país americano en los años previos según los datos Cámaras, la Base de datos de comercio exterior de Hacienda. Hasta octubre de 2024, fecha de los últimos datos oficiales, se habían exportado en productos a Estados Unidos casi 25 millones de euros, 24.821.240 en concreto.

Todavía no está el balance anual de exportaciones de Salamanca durante todo el año 2024 -solo hay datos hasta octubre de 2024- pero sí que se conoce el montante económico del año 2023, cuando las exportaciones a Estados Unidos ascendieron desde las empresas de Salamanca hasta casi los 23 millones de euros (22.719.140 en concreto).

En 2024, solo hasta el mes de octubre, se llevaban ya casi 25 millones de euros (24.821.240 en concreto). En los años anteriores, en el año 2020 -año marcado por la pandemia, la cifra se fue a los 15.207.420; en 2021, hasta los 16.081.040; y en 2022, hasta los 16.648.320 euros.

En los datos de 2024 -no definitivos-, el gran volumen de las exportaciones realizadas desde empresas de Salamanca a Estados Unidos es de 'carne y despojos comestibles' con casi 9 millones de euros en los diez primeros meses del 2024, seguido por los 4,5 millones de 'minerales metalíferos, escorias y cenizas', los casi 3 millones de 'caucho y sus manufacturas', los 2 millones de productos farmaceúticos o el millón de 'preparaciones de carne'.

Dentro de las empresas exportadoras de alimentos a Estados Unidos destacan las de jamón, embutidos y miel, por ejemplo.

A nivel nacional, en el acumulado del año 2024 hasta octubre, las exportaciones de bienes crecieron un 0,7% interanual hasta alcanzar los 322.086,1 millones de euros, el máximo histórico del periodo. Por su parte, las importaciones registraron 353.109,2 millones de euros, un 0,4% interanual menos.

Por comunidades autónomas, se observaron los crecimientos más destacados de las exportaciones en Castilla y León (18,8%), Canarias (17,3%) y Extremadura (12,2%).

Hace unos días, la Cámara de Comercio de España emitía un comunicado advirtiendo que «la vuelta a la Casa Blanca de Donald Trump, que ha manifestado su intención de aplicar políticas proteccionistas durante este nuevo mandato, supondrá un reto para las empresas europeas y españolas. La intención manifiesta de imponer aranceles elevados (entre el 10% y el 20%) a todos los productos importados, sumada a la posibilidad de reavivar antiguas disputas comerciales, ha sembrado cierta incertidumbre sobre las exportaciones españolas de bienes al mercado estadounidense».

Además, recuerda que «en octubre de 2019, la Administración Trump, durante el primer mandato de éste, impuso aranceles del 25% a ciertos productos agroalimentarios europeos. Entre ellos, el aceite de oliva, el vino, el queso, y otros productos emblemáticos de España. Estos aranceles fueron una represalia, en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC), en el contexto de la disputa comercial por las ayudas públicas europeas a la empresa Airbus. Aparte del agroalimentario, otros sectores afectados fueron el aeronáutico y automovilístico, así como los bienes de lujo y los productos tecnológicos».

Es decir, que de repetirse, las exportaciones salmantinas se verían seriamente afectadas, la gran mayoría con la carne, leche y partes de vehículos como principales productos enviados en 2024.

Por último, la Cámara recuerda que durante la anterior administración Trump, las empresas españolas afectadas expandieron su presencia en mercados emergentes (en particular, se exploraron alternativas en Asia, Oriente Medio y América Latina). También buscaron nuevos socios comerciales y avanzaron acuerdos con importadores y distribuidores estadounidenses para renegociar precios, plazos y condiciones, buscando repartir el impacto de los aranceles. Algunos productores trasladaron operaciones a terceros países para evitar los aranceles y también los hubo que centraron sus esfuerzos en la consolidación de su posición en el mercado europeo y compensar de esta forma las pérdidas en Estados Unidos.

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