La EHE se ceba con Salamanca: el 90% de ganaderos ya sufre casos

La enfermedad sigue su expansión desde que, antes de verano, se produjeran las primeras informaciones sobre su existencia en la provincia. Sólo dos meses después del primer caso, ahora todas las comarcas ganaderas de Salamanca están afectadas y la provincia al completo está bajo las restricciones.

Según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, esta semana se han registrado cinco nuevos casos en explotaciones de bovino en las comarcas de Peñaranda de Bracamonte, La Fuente de San Esteban, Ciudad Rodrigo, Tamames y Lumbrales. La provincia de Salamanca es la más afectada por este pico de focos y acumula el mayor número de los 16 nuevos positivos confirmados. Sin embargo, existe un cierto apagón estadístico sobre este asunto.

Según denuncia el presidente de Asaja Salamanca, Juan Luis Delgado, durante semanas no se han estado recopilando datos por parte de la administración, «y los ganaderos tampoco los han estado dando», algo que se ha empezado a resolver. A pesar de las pocas comunicaciones, Delgado calcula que el 90% de las explotaciones de la provincia están tocadas por la EHE, «virtualmente todas, aunque no todas de igual manera».

La falta de datos sorprende porque la enfermedad es de obligada declaración a las autoridades. No hay cifras sobre mortalidad o contagios, cuando provincias como Zamora sí las tiene (270 bajas y 2.100 reses con síntomas). Delgado asegura que, tras haber concienciado a los ganaderos, al fin se está haciendo un seguimiento de una enfermedad que por ahora no tiene cura y que carga con un importante coste a los profesionales. La UE no tiene aprobada ninguna vacuna, aunque sí existe en otros países del mundo, y el tratamiento puede costar hasta 100 euros por animal, sin contar las pérdidas por fallecimientos o abortos.

Desde Asaja, su presidente, ganadero de profesión, reclama más información a las administraciones y ayudas a las explotaciones que se vean más afectadas. «Si lo que quieren es que cerremos todos, van por el buen camino», asegura ante la falta de respuesta de Junta y ministerio.

Los casos de EHE dan continuidad a la mala racha que vive la ganadería de bovino tras los casos de tuberculosis que derivaron en el estallido del pasado junio, cuando una concentración de ganaderos acabó con graves incidentes y un intento de asalto a la sede de la Junta de Castilla y León en Salamanca.

«A día de hoy, las explotaciones ya estaban perdiendo dinero sin las enfermedades, sólo con los costes habituales y la situación del mercado», asegura Delgado, que lamenta que «a la ganadería de bovino se le han juntado las siete plagas».

Según el presidente de Asaja, la situación ha llevado al límite a muchos profesionales que se plantean cerrar y vender sus explotaciones: asegura que algunas en la provincia ya están en venta. Muchas reses acabarán en el matadero porque es difícil que nadie invierta en un negocio en el que el ganado se muere.