Alerta en Salamanca para este lunes por rachas de viento de hasta 70 kilómetros por hora

El pasado día 9 de diciembre desde IPMA (Instituto Portugués de Mar y Atmósfera), se le dio nombre a la borrasaca que había dejado en las Azores un temporal de viento y lluvia, la borrasca Efraín.

Pese a la lejanía de Efraín de la Península Ibérica, la jornada pasada por agua de este domingo, algo tiene que ver con esta borrasca. Desde su posición, en las proximidades de las Islas Azores, Efraín impulsa una corriente de aire muy cargada de humedad desde prácticamente el Caribe hasta la Península Ibérica; es lo que se denomina como río atmosférico.

La AEMET explica que los ríos atmosféricos son regiones relativamente estrechas en la atmósfera a cuya cuenta corre la mayor parte del transporte horizontal de vapor de agua fuera de los trópicos.

Aunque los RA pueden tener diferentes formas y tamaños, aquellos que contienen las mayores cantidades de vapor de agua, los vientos más fuertes, e impacten sobre cuencas vulnerables a las riadas, pueden crear lluvias e inundaciones extremas, causando a veces daños catastróficos.

Sin embargo, no todas los RA causan daños, la mayoría son débiles, y sólo proporcionan lluvia o nieve beneficiosas y cruciales para el abastecimiento de agua.

Por la tanto, la Borrasca Efraín nos afecta de momento de manera indirecta, transportando humedad y haciendo que los frentes que atraviesan nuestro territorio dejen lluvias abundantes. En los próximos días, Efraín se acercará más a la península y continuarán las precipitaciones.