El próximo campus universitario de Salamanca completa sus piezas y mira a 2024

Eso será, sobre el papel, a partir de 2024 cuando estén acabados y en funcionamiento los cuatro nuevos edificios proyectados. Se trata de las nuevas sede de Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca (IRNASA) y de la Facultad de Ciencias Agrarias, que se trasladarán de sus actuales dependencias; y de dos entidades de nuevo cuño, el Centro para la transferencia del conocimiento al Sector Primario y la incubadora avanzada para el Sector de la Biotecnología, Bioingeniería y Salud.

El proyecto del nuevo campus data de 2018 cuando se presentó la colaboración entre el CSIC (del que Irnasa forma parte), la Usal, el Ayuntamiento de Salamanca y la Diputación. El consistorio cedía dos parcelas en La Platina para las sede del Irnasa y Agrarias; y después se anunciaba el proyecto municipal de la incubadora, que también se instalará en el sector, y el del centro de transferencia de la Diputación. En total, más de 23 millones de euros.

Desde que se produjo el anuncio del compromiso, se han ido dando pasos y el último data precisamente de esta semana. La Diputación de Salamanca anunciaba su parte del proyecto, un centro de transferencia para poder aplicar los avances que se logren en materia de investigación a la práctica real del sector agroganadero. Se trata de que profesionales y explotaciones se beneficien del resultado de investigaciones.

Este nuevo edificio es el último del complejo que formarán el Irnasa, la Facultad de Ciencias Agrarias, la incubadora y el centro de transferencia. Estará muy cerca de otros ya existentes, con sede al otro lado de la avenida Luis de Camoens, como el Instituto de Neurociencias y el Instituto de Biología Funcional y Genómica formando un campus de conocimiento científico.

De hecho, los nuevos edificios completan ese nuevo campus que ya se había empezado a crear, el sexto de la Usal en la capital, a los que hay que sumar Béjar, Ávila y Zamora en el exterior; y el cercano de la UPSA. Instalaciones en las que se confía para mantener y reforzar el papel de las universidades en Salamanca y aportar un nuevo impulso a una de las industrias más consolidadas de la provincia como es la agroalimentaria.

En todo caso, habrá que esperar para ver hecho realidad este nuevo campus. Las únicas obras en marcha son las de la Facultad de Ciencias Agrarias, que se adjudicó hace un año y empezó a construirse con un plazo que lleva su final de obra, si no hay retrasos, hasta finales de 2023.

Ese es el horizonte previsto para la nueva sede del Irnasa, que tiene proyecto y presupuesto, pero que ha estado parada los dos últimos años. Todavía no han empezado las obras.

La incubadora municipal acaba de ser adjudicada para un plazo de 11 meses de construcción así que a finales de 2023 debería estar hecha. Y el proyecto que va más tarde es el de la Diputación, que acaba de presentarse, tiene diseño, pero hay que licitar el contrato para la construcción. Con dos años de plazo, apunta a verano de 2024. Será entonces cuando este nuevo campus universitario de la ciudad, una de las mayores apuestas de futuro de Salamanca, esté listo.