Si algo es seguro es que el Ayuntamiento de Salamanca tendrá nuevo gobierno municipal para los próximos tres meses y medio, salvo que el alcalde decida seguir sin cubrir la baja de Castaño, al que ha cesado como concejal de Turismo y Relaciones con las ... universidades de forma fulminante este lunes. Una decisión que puede dar al traste con el gobierno de coalición PP/Ciudadanos que tan bien avenido se había mostrado hasta hace unas semanas. El escenario que se abre ahora es el mismo que se produjo en la otra crisis de gobierno de esta legislatura, la originada con la dimisión del entonces concejal de Fomento, Daniel Llanos.
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Como entonces, ahora han quedado vacantes las atribuciones de un concejal. Cada comienzo de legislatura, el alcalde hace las denominadas delegaciones de competencias, que es el reparto de funciones entre sus concejales por temáticas. Esa distribución es flexible y no tiene por qué corresponder con la estructura administrativa del Ayuntamiento.
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A Castaño se le atribuyeron las competencias de Turismo y relaciones con las universidades y fue nombrado quinto teniente de alcalde. Ahora, esas funciones quedan libres. El alcalde puede optar por repartirlas entre los concejales del grupo popular o dejarlas vacantes dado que quedan pocas semanas para el final del mandato; no obstante, esto complicaría el funcionamiento de las comisiones informativas.
Cuando en mayo de 2021 el concejal Daniel Llanos dimitió tras haber dado positivo en un control de alcoholemia, lo hizo siendo titular de Fomento y Patrimonio y con atribuciones en Juventud. Con su salida, las dos primeras funciones las asumió Fernando Carabias, concejal de Policía, y que sumó las obras y el patrimonio. Las competencias de Juventud fueron para el nuevo concejal que entró, Ángel Fernández Silva.
En este caso no habrá relevo salvo que Castaño decida dimitir como concejal, una decisión que le corresponde exclusivamente ya que es titular del acta: lo que ha perdido son las funciones. El alcalde ha decidido disponer de sus cargos, el propio concejal los puso a su disposición, explican desde el consistorio.
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Las posibles consecuencias a nivel municipal están tamizadas por la cercanía al final del mandato. García Carbayo ganó las elecciones con el PP, pero no por mayoría, y gobierna con el apoyo de los tres concejales del grupo Ciudadanos, que votaron su investidura a cambio de entrar en el gobierno municipal.
Se desconoce qué postura va a tomar el grupo municipal de Cs tras la decisión del alcalde de prescindir de uno de sus miembros en el equipo de gobierno. En condiciones normales, esto supondría la ruptura del pacto para gobernar juntos esta legislatura, pero si llega no se pueden esperar grandes consecuencias. Una situación que ha podido tener su peso en la decisión final, aunque fuentes del equipo 'popular' explican que todo se ha precipitado con el 'congreso de los jeques'.
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El alcalde cuenta con ordenanzas fiscales y presupuesto aprobados, las dos cuestiones más decisivas que le quedaban a la legislatura. También ha tenido el apoyo de Cs para aprobar las dos nuevas ordenanzas de las terrazas que regirán los dos próximos años y al mandato le quedan los últimos flecos: el derribo del parque de maquinaria y la licitación del contrato del bus urbano son los dos últimos asuntos de calado pendientes de resolver.
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