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El apeadero de La Alamedilla es un lugar privilegiado para los usuarios del transporte ferroviario ya que permite bajarse a unos cientos de metros del acceso al centro histórico de Salamanca y ahorrarse el camino desde el Vialia. Esta opción solo está disponible para algunos trenes desde Valladolid y Madrid y a pesar de ello, su aspecto es deplorable.
Turistas, universitarios, trabajadores y salamantinos opinan sobre las nefastas condiciones en las que se encuentra esta pasarela desde hace casi tres años y que recibe a cientos de personas cada día. Lo cierto es que se encuentra llena de pintadas en los paneles, suciedad y algunos de los tableros que forman parte del suelo se encuentran sueltos.
Los usuarios del tren que finalizan su trayecto en la parada Salamanca – La Alamedilla sienten una gran decepción al encontrarse con una pasarela inestable, llena de pintadas y suciedad, «no es una buena imagen para la ciudad y algo que iba a ser provisional se está alargando demasiado», comenta un usuario que viajaba desde Valladolid. Esta parada proporciona el acceso directo al centro de la ciudad por lo que muchos salmantinos opinan, «es una parada necesaria y cómoda pero necesita un arreglo», «la gente cuando viene a Salamanca destaca lo bonito que está el centro pero los que vivimos aquí queremos una ciudad cuidada en todos los puntos».
Hace unos años se procedió a demoler el antiguo apeadero que continúa pendiente de ser reformado. «A mí me gustaba más como estaba hace años pero después de tantos años te acostumbras a que Salamanca te reciba de esta manera». Lo que iba a ser una solución provisional se ha convertido en un acceso permanente que ya ha despertado las protestas en el consistorio y en el propio PSOE, que exige que se adecente mientras se vaya a usar.
Las elecciones municipales del próximo 28 de mayo son la esperanza para los salmantinos y para las personas que por motivos laborales utilizan esa para con frecuencia, «cuando llegan las elecciones siempre se cambian cosas, espero que esta sea una de ellas», comenta una salmantina. Cabe destacar que el actual apeadero está formado por una estructura de tubos que trazan una pasarela en zigzag cuyo tablero son chapas de aglomerado, los pasamanos son los propio tubos y se remana con un paso de peatones provisional, amarillo, para salvar el carril bici. «Salamanca, los salmantinos y los turistas que nos visitan se merecen algo más que una pasarela que cualquier día puede desmontarse por su uso habitual», critica un salmantino.
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