«Salamanca y su Semana Santa aúnan fe, belleza patrimonial y turismo de forma perfecta»

-¿Qué supuso esa declaración tan importante hace 20 años?

-La verdad esta declaración lo que vino es a poner al Semana de Salamanca en un plano nacional e internacional muchos más destacado e interesante en lo relativo a lo que es nuestra promoción turística y cultural. Yo suelo decir que a una cofradía o a un cofrade en concreto, igual no le supone nada, pero lo que es al conjunto de la Semana y Santa le supone mucho, y por eso la Junta de Semana Santa no se puede, ni se debe poner de perfil. Además, hay que destacar que a raíz de la declaración la práctica totalidad de las imágenes de la Semana Santa de Salamanca se restauran y lucen como las tenemos hoy en día. También nos ha beneficiado porque la subvenciones y ayudas que recibimos son mayores, sobre todo desde la Junta y el Ayuntamiento. A parte de todo el impacto económico que supone para la ciudad porque se llena de turistas.

-¿Ha supuesto un plus de exigencia para las cofradías o para al Junta de Semana Santa?

-Para las cofradías y las hermandades no, ellas salen por lo que salen a la calle, para mostrar su fe. Pero para la Junta de Semana Santa si, porque al estar en este 'top ten' de las semanas santas del país, requiere más esfuerzos a la hora de estar en muchos sitios en los que se requiere tu presencia, como es este viernes que nos vamos a Fitur a presentar el 20 aniversario de la declaración como fiesta de interés turístico, aunque promocionarnos en la feria es algo que ya venimos haciendo estos años atrás. A parte, también nos ha tocado desarrollar nuestra presencia en las redes sociales, por la capacidad de las nuevas tecnologías de difundir todo lo que hacemos.

-¿Qué aporta la belleza monumental de Salamanca a la Semana Santa?

-Eso es lo máximo. Podemos decir que semanas santas las hay muy bonitas en todas las partes de España, son música, cultura, poesía, arte…, pero todo eso lo conjugas en una ciudad como Salamanca, pues tienes lo que tienes. El ver discurrir un desfile procesional por el casco histórico de Salamanca, y ver como las 18 cofradías van buscando ese entorno monumental, es algo único, indescriptible, hay que venir a verlo para saber lo que es, por más que lo queramos contar o mostrar en un vídeo, la luz de la luna o los faroles reflejada en la piedra de Villamayor es digno de ver.

-¿Y qué le aporta la Semana Santa al turismo de Salamanca?

-En esa época del año es cuando las plazas hoteleras están al cien por cien casi siempre. Cuando el alcalde o el concejal de turismo nos acompañan en las procesiones, comprueban año tras año lo que es capaz de mover la Semana Santa de Salamanca, casi no se puede transitar de una iglesia a otra para acompañar a las cofradías. La ciudad y la Semana Santa se ayudan mutuamente, es un 'quid pro quo'. Podría decirse que Salamanca se pone a nuestros pies en todo lo que necesitemos. La ciudad y la Semana Santa funden de manera perfecta fe, belleza patrimonial y turismo.

-¿Es complicado compaginar el recogimiento y el sentimiento religioso con la presencia de miles de turistas, que algunos de ellos no entiende muy bien lo que está viendo?

-No. Hombre siempre hay alguna nota disonante, pero por lo general no. Las personas que son de aquí de Salamanca saben muy bien como se deben comportar al paso de una procesión, y ese comportamiento se contagia a las personas que vienen de fuera. La inmensa mayoría de nuestras procesiones te invitan a estar en silencio. Pero esta claro que tenemos procesiones muy arraigadas y muy austeras y otras de nueva creación que miran hacia el sur y son más proclives a recibir el aplauso espontáneo de la gente que es viendo el desfile procesional.

-Y este año, el alcalde de pregonero

-Sí. A la hora de elegir al pregonero siempre se buscan tres características. Que sea de Salamanca o este muy vinculado a ella, que se a cristiano y tenga algo que contarnos de la Semana Santa. El alcalde cumple los tres requisitos y la verdad es que venimos de unos años de pandemia en el que las cofradías lo han pasado mal y han sufrido mucho. Porque los cofrades dejan de pagar, hay dificultades para mantener, otras se dieron de baja por miedo…, y el alcalde ha estado ahí siempre con nosotros, no nos ha dejado solos nunca y nos ha ayudado en todo lo que ha podido. Era el momento idóneo para que fue el pregonero.

-¿Como se prepara el programa de actividades que desarrolláis?

-Una de las funciones de la Junta de Semana Santa es la divulgación cultural de la Pasión de Salamanca. Es un trabajo de todo el año y a lo largo de él se te van ocurriendo cosas, como ha sido el hecho de aprovechar la gira de Cantores de Híspalis y su vinculación con Salamanca para traerlos a la ciudad. Pero también hay otros actos culturales, como la representación del Miserere de Doyagüe, que es ya en un acto muy importante de la Semana Santa salmantina, como también queremos que se convierta el pregón de la Semana Santa de Salamanca de Valladolid, que va por el tercer año. Y luego está el pregón en Salamanca, que se uno de los actos más esperados por la sociedad salmantina… Y luego nos gusta promocionarnos y que otras semanas santas se den a conocer en Salamanca, como este año será la de Benavente.

-Va usted camino de su tercer año en el cargo, ¿ha sido su mandato como se lo esperaba?

-Yo ya había sido durante 10 años vicepresidente del anterior responsable, José Adrián, y bueno, cuando decidí dar el paso contaba con ese trabajo previo de conocer muy bien desde dentro cómo funciona todo esto, pero el primer año, con la pandemia fue terrible. El ultimo año de José Adrián fue la pandemia, el primero mío, el 2021, tampoco pudieron salir los pasos, pero se vivió de otra forma la Semana Santa y el año pasado salvo alguna salvedad se vivió ya de una manera más normalizada. Este año debe ser el del nuevo despegue. No hay restricciones, y pese a que las cofradías lo han pasado muy mal, vemos que ahora cada vez hay más gente joven, se ha recuperado la ilusión y hay que trabajar con ello para que esto siga adelante.

-¿Como son las relaciones con el nuevo obispo?

-La verdad que muy bien. Son una relaciones excelentes. Don José Luis tiene dos gorras, como yo digo, y hay que compartirlo con la diócesis de Ciudad Rodrigo. Pero él está hasta donde llegue. Esperemos que esta Semana Santa este más tiempo con nosotros. Yo ya se lo he trasladado a los cofrades, que no estamos dejados de la mano, y que hay que entender que el obispo tiene ahora el doble de obligaciones. Pero estoy convencido de que va a ser un gran obispo para Salamanca y su Semana Santa, y ya lo está demostrando.

-¿Hay alguna cosa especial prevista para este año?

-Tenemos algunas cosas previstas pero aún no se pueden desvelar. Lo que sí me gustaría es que pudiésemos sacar a la luz el tercer libro de la trilogía sobre la Semana Santa de Salamanca, que en esta ocasión trata sobre la historia de la Semana Santa. El libro está hecho a la espera de que se maquete y edite convenientemente. Además este año vestiremos la Rúa con imágenes de al Semana Santa

-¿Qué mensaje lanzaría a los cofrades y a al ciudad?

-A los cofrades, que vivan la Semana santa como ellos saben vivirla, que transmitan su fe públicamente en las calles, y que disfruten de ello, porque la procesión es el colofón a todo un año de trabajo. Y a la ciudad de Salamanca, que siga como hasta ahora, que salga a al calle a vernos y a apoyarnos, y que disfrute de este patrimonio, del arte, de la cultura, de la música, de los monumentos, porque es una oportunidad única.